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Irene Vallejo y la espiral infinita de los libros
Contactamos con sabores de antaño, sintiendo el pan de trigo deshacerse en la lengua, la carne roja cocinada al fuego; otras, en nuestros oídos se queda resonando el rugir de las batallas, el chisporrotear de la hecatombe, el ritmo de los versos... -
Irene Vallejo y la espiral infinita de los libros
Contactamos con sabores de antaño, sintiendo el pan de trigo deshacerse en la lengua, la carne roja cocinada al fuego; otras, en nuestros oídos se queda resonando el rugir de las batallas, el chisporrotear de la hecatombe, el ritmo de los versos... -
Hija de José Alfredo Jiménez recuerda al ídolo mexicano a través de sus canciones
El próximo día 19 de enero, José Alfredo Jiménez cumpliría 95 años, su hija lo recuerda a través de dos de sus canciones emblemáticas, una escrita al principio de su carrera, la otra al final. -
El hijo del pueblo
El próximo martes 19, José Alfredo Jiménez cumpliría 95 años, su hija lo recuerda a través de dos de sus canciones emblemáticas, una escrita al principio de su carrera, y la otra justo al final; ambas muy representativas del compositor. -
José Alfredo y Manzanero, de nuevo juntos
En 1968, el autor de “Las ciudades” y el de “Contigo aprendí” se unieron en el disco Dos grandes de México, con el que refrendaron su amistad y mutua admiración. -
“Las ciudades”, una canción que intriga
El tema está escrito en un modelo que rompe con el canon, eso ya la hace diferente: no tiene estribillo, la rima es irregular y la métrica varía jugando con versos largos o cortos. -
Vida y obra de José Alfredo Jiménez: Padre, ¡cuántas luces dejaste encendidas!
La vida y la muerte, la luz y las tinieblas son opuestos que se reflejan en varias de las composiciones de José Alfredo, cuya vigencia es indiscutible en México y el extranjero. -
Padre, ¡cuántas luces dejaste encendidas!
La vida y la muerte, la luz y las tinieblas son opuestos que se reflejan en varias de las composiciones de José Alfredo, cuya vigencia es indiscutible en México y el extranjero. -
Arrullo de un padre
José Alfredo Jiménez escribió canciones para sus hijos, era un hombre alegre y bromista, amoroso, pero sobre todo preocupado por el bienestar y la felicidad de su familia.