Con la puesta en marcha del Programa Mujeres por el Bienestar este 20 de noviembre, la Gobernadora del Estado de México, Delfina Gómez, materializa una promesa para la población femenina a poco más de dos meses de haber tomado el poder, y se perfila para hacerse presente significativamente antes que termine el año, con cuatrocientas mil mujeres (o familias) invirtiendo mil millones de pesos (2,500 para cada una), provenientes de remanentes presupuestales y economías de diferentes rubros según reconoció la propia mandataria en el acto. No es un mal cálculo.
El programa debió generarse de un trabajo significativo de diseño para lograr una buena operación y potenciar la atención a este importante sector de la población, porque además promete a las beneficiarias un impresionante paquete servicios que pondrá a prueba permanente la palabra empeñada por la mandataria, pues requiere adecuado presupuesto e interacción eficiente de diversas dependencias para proporcionar servicios como cursos de capacitación y talleres para desarrollar habilidades, seguridad social, seguros de vida, apoyo para gastos funerarios, asistencia psicológica, odontológica, visual, nutricional, médica, legal y hasta asistencia veterinaria para los animales de compañía y una tarifa preferencial en sistemas de transporte público. Más lo que se acumule.
En la ineludible comparación con el antecedente del Salario Rosa que en el 6 años alcanzó a beneficiar a 700 mil mujeres y a través de diferentes variantes proporcionaba algunos servicios o apoyos adicionales; se puede pensar que eso podría haber servido de base para estructurar el nuevo programa, y más allá de como se denomine, considerando la cifra expuesta por el Secretario del Bienestar, Juan Carlos González Romero, en el Estado de México viven un millón 900 mil mujeres en situación de pobreza y carencia de acceso a seguridad social, de las cuales 338 mil se encuentran en pobreza en extrema, el esfuerzo debe ser creciente y precisar como cumplirán con esa expansión progresiva también prometida.
Sello clave en la política social de la 4ª. Transformación que ya se hará sentir en el Edomex, es que no haya intermediarios en la inscripción de beneficiarias, por eso este programa se promoverá a través de los Servidores del Pueblo, que ayer fueron presentados en sociedad, quienes deberán recorrer el estado para facilitar a las mexiquenses su inscripción al programa y ojalá que si estén considerando la focalización del apoyo a las más necesitadas, en tanto definen como este apoyo se articularía con los programas sociales del gobierno federal. Ojalá
Provocación
#Presumiendo: El programa de contraloría social del Gobierno de estado de México, una vez más fue reconocido a nivel nacional por la Secretaría de la Función Pública del Gobierno Federal, por el trabajo de los Comités Ciudadanos de Control y Vigilancia, que supervisan preventivamente la aplicación de recursos públicos en obras, programas y servicios. Ojalá que en el afán de combatir la corrupción se piense en fortalecer estos programas de control y evaluación social, hay ahí experiencia y buenas prácticas para valorar, si hay convicción.