Nuevo León y la zona metropolitana de Monterrey se declararon prácticamente listos para recibir la Copa Mundial de la FIFA 2026. Así lo informó Samuel García durante su cuarto Informe de gobierno, con cifras que apuntan a una mejora en la infraestructura de movilidad, en el fortalecimiento de la oferta turística y, sobre todo, en la percepción de seguridad.
De las tres plazas mexicanas que albergarán encuentros del Mundial —Ciudad de México, Guadalajara y Monterrey—, la del noreste es la que más ha transformado su rostro. El gobierno estatal no solo busca conectarse con la derrama económica de los aficionados que lleguen a EU, sino proyectar una imagen moderna de eficiencia y estabilidad, justo cuando el país se prepara para un nuevo ciclo político.
Con una inversión de 37 mil millones de pesos, las líneas 4 y 6 del Metro de Monterrey están listas, así como los nuevos trazos carreteros —La Gloria-Colombia, la Autopista Interserrana y el Periférico del Área Metropolitana—. El mensaje es claro: están avanzando con su propio modelo de gestión, uno que privilegia la infraestructura, la inversión privada y el orden administrativo.
El capital político más importante que maneja Samuel García no está en el concreto, sino en la seguridad. En una región donde la percepción de violencia había sido el gran obstáculo, el gobernador logró reducir 80% los delitos de alto impacto y consolidar a la Fuerza Civil como una de las corporaciones mejor calificadas del país. De acuerdo con el Inegi, más de un tercio de los neoleoneses considera a su entidad segura, dato que pocos estados pueden sostener.
Con una tasa de desocupación de apenas 2.8% y una población económicamente activa cercana a los 3 millones de personas, Nuevo León llega a 2026 con estabilidad social y una oferta turística que competirá incluso con las ciudades de la frontera sur estadunidense.
En el fondo, el mensaje político del Informe fue más ambicioso que el deportivo: Nuevo León no solo quiere ser sede del Mundial, ni solo sede del poder regional del partido Movimiento Ciudadano; van por mostrarse como una alternativa moderna frente al viejo bipartidismo. De ahí que en el PAN —ya sin los tricolores— no se descarte un acercamiento futuro con los “naranjas”.
En la política como en el futbol, hay equipos que le tiran a ganar el partido. Otros parece que entrenan para llevarse el campeonato completo.