El próximo jueves 12 de diciembre se celebra en México una de las fiestas religiosas más importantes de la iglesia católica dedicada a la Virgen de Guadalupe, con la cual también muchos dan por iniciadas de facto las festividades de finales de año.
El popularmente llamado “Maratón Lupe-Reyes” que abarca del 12 de diciembre al 6 de enero del año entrante en que se celebra la fiesta de los Reyes Magos, se asocia normalmente a la serie de actividades sociales festivas en las que suele haber abuso gastronómico y de bebidas alcohólicas, en una de las temporadas de mayor consumo en el año.
Sin pretender juzgar a quienes “corren” este maratón y con los mejores deseos de que reine la alegría y la paz, siempre usaremos esta época para dar un mensaje de prevención sobre lo trágico que puede ser abusar de alcohol y drogas, además de combinarlo con el volante y con estados anímicos que puedan propiciar accidentes diversos.
Pero más allá de hacer prevención y recomendar cuidados extremos para tener unas fiestas con saldo blanco, en esta ocasión queremos lanzar la convocatoria para un maratón diferente y positivo, cambiando el chip y la mala fama que puede llegar a tener el “Lupe-Reyes”.
Se trata de que cada uno de los 26 días comprendidos en este maratón, cada uno realicemos una actividad que enaltezca nuestra esencia y pueda hacernos sentir que esas 24 horas han valido la pena.
Sembrar una semilla material, afectiva o utilitaria en otra persona que nos permita sentirnos con la satisfacción del don de dar.
Comenzar al menos durante un día con alguna de las acciones que serán nuestros 12 compromisos para el 2025 y no esperarnos a que inicie el año para experimentar.
Abstenernos de algún alimento, hábito, consumo o conducta que ningún bien hace a nuestra persona como evitar un día del azúcar, del alcohol, de las grasas, del tabaco, de las redes sociales, de los videojuegos, de las apuestas o de todo aquello que sabemos que no construye.
Incrementar nuestro tiempo de meditación y orientación en algunos de los días de este periodo.
Eliminar pensamientos negativos, pesimistas, de juicio o destructivos sobre nosotros mismos y sobre otras personas.
Así como la semana hablábamos del tiempo de adviento, ahora te invitamos a tener tu agenda llena de estas actividades y comenzar poco a poco con un cambio de hábitos que seguramente querrás continuar en muchas áreas de tu vida.