En los últimos días los medios de comunicación de todo el mundo y la población del planeta hemos estado atentos a la salud del Papa Francisco, líder de la iglesia católica y de la Santa Sede en el Estado Vaticano que a sus 88 años ha sido reportado con neumonía y problemas respiratorios.
Ante estas actualizaciones, la pregunta es ¿por qué es tan importante la salud del Papa? ¿por qué el mundo entero está pendiente de un posible relevo en la Santa Sede?
Primero, porque se trata de un país y su líder. Aunque es el territorio más pequeño del mundo, su poder es inconmensurable al tratarse de manera simultánea de la sede la iglesia católica, hasta ahora, la que mayor feligresía tiene en el planeta y para sus seguidores, representa la casa del representante de Cristo en la Tierra, lo cual connota una gran influencia y recaudación financiera a lo largo y ancho del orbe.
Según estadísticas, el cristianismo es la religión más seguida en el mundo, con más de 2 mil 400 millones de fieles, de los cuales más del 50 por ciento son católicos y el resto se dividen entre el cristianismo ortodoxo y el protestantismo.
De tal suerte, la iglesia católica, cuya sede máxima está en el Estado Vaticano, aglutina a más de mil 200 millones de seguidores que ven al Papa como su máxima figura de autoridad y le dan el valor de sucesor del apóstol Pedro y representante vivo de Cristo.
Desde su fundación en la Roma antigua, cuando el emperador Constantino la reconoció como religión e iglesia, en el siglo I DC, el cristianismo fue avanzando como una de las instituciones más poderosas del mundo en membresía, en influencia e incluso en finanzas.
En el siglo XVI surge un movimiento reformador y crítico contra el Vaticano, la organización eclesiástica y la presunta corrupción de la organización, además de haberse separado de los preceptos bíblicos originales, dando como resultado la fundación de las iglesias protestantes, que hoy en día no reconocen el liderazgo papal y que se han multiplicado en diferentes denominaciones en el mundo.
Aún con la escisión del cristianismo entre católicos y separados, la Santa Sede ha crecido en su dominio y poder a lo largo de la historia, incluyendo sus relaciones diplomáticas e influencia en otras naciones.
Por ello, cada vez que un Papa muere y se realiza el cónclave para elegir al sucesor, el mundo entero está pendiente de este proceso que para los creyentes no es una elección cualquiera sino el ungimiento del sucesor de Pedro y representante de Jesús.
El Papa Francisco asumió el 13 de marzo de 2013, tras la única renuncia hasta ahora al pontificado, de Benedicto XVI, cuando en el cónclave fue ungido el cardenal argentino Jorge Mario Bergoglio, quien en 12 años ha hecho importantes reformas y ha fomentado la apertura de criterios en la iglesia católica.
Por supuesto alrededor de la historia de los papas existen cualquier cantidad de fantasías y cuentos apocalípticos de los falsos agoreros que indican que el fin del mundo tiene que ver con los relevos y las sucesiones pontificias.
Más allá de religiones y de credos, presumiendo que los seres humanos necesitamos creer en algo, como dicen los alcohólicos anónimos, en un poder superior como cada quien lo conciba, la realidad es que la influencia de la Santa Sede en todo el mundo seguirá siendo noticia, por lo que la salud de un Papa siempre tendrá la atención de toda la órbita.
Estaremos atentos a la salud de Francisco y a las noticias del Vaticano y que se haga la voluntad de Dios.