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  • Nicolás Alvarado

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Mi anterior entrega de esta columna versó sobre la situación de pasmo que, de cara a la pandemia, viven el teatro –con Broadway como ejemplo descollante pero ni de lejos único en el mundo– y los museos.

A raíz de su publicación en mi cuenta de Linkedin, una usuaria de esa red me escribió: “Se me hace una necedad estar pensando en museos y Broadway cuando hay gente muriendo en sus casas, cuando los crematorios están desbordados, cuando hay filas de 12 horas por oxígeno …”. Su comentario dio lugar a una discusión respetuosa por esa vía, mi postura en la cual puedo cifrar en una sola frase: tiene toda la razón… pero no tiene razón.

El covid-19 se ha revelado pertinaz. La gestión de la pandemia ha fallado en buena parte del mundo, y México es uno de los países en los que ha tenido peor manejo. Y la vacunación va lenta en el mundo, y más lenta aquí a la luz de una estrategia desarticulada y que pareciera privilegiar lo político sobre lo sanitario. Cierto.

Más allá, sin embargo, hay una crisis económica mayor, más de 80 millones de empleos perdidos en el mundo –650 mil de ellos en México–, y una especial vulnerabilidad de un sector mayoritario de las industrias creativas, que enfrenta hace un año una merma importante de sus ingresos derivada de la imposibilidad del público para consumir sus productos. Hoy, no solo la pervivencia del teatro y los museos está bajo amenaza sino que la exhibición cinematográfica en salas parece llamada a desaparecer, la industria musical ha perdido la avenida para su continuidad –lo vivo– que le quedaba tras el colapso del modelo de venta física y, en México, de cara a los cierres periódicos de librerías, la industria editorial enfrenta su peor crisis.

Se dice que cuando, durante la Guerra, se propuso al entonces primer ministro Churchill recortar el financiamiento a la cultura respondió: “¿Entonces para qué peleamos?”. La anécdota es falsa pero su espíritu encierra una verdad. Dejémonos guiar por ella. Sin desatender lo urgente –las vidas– ocupémonos también de lo igualmente importante: lo que nos distingue de los animales, la cultura.

@nicolasalvaradolector

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Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MILENIO DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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