Las guerras estallan, la paz se construye.
No encuentro otra frase que ejemplifique mejor lo importante que es empezar a hablar de paz en nuestra sociedad, en nuestro país, en nuestra familia.
Y es que lograr amistades duraderas lleva tiempo, para romper relación con alguien solo basta un malentendido de unos cuantos minutos. Lo mismo pasa con la paz, es muy difícil lograrla y muy fácil perderla, se podría decir que en nuestro estado ya la hemos perdido y nos estamos acostumbrando a vivir sin ella.
Sin embargo, no podemos permitir que esto se normalice, siempre he pensado que la posición de gobierno y sociedad civil debe ser el contraataque de paz, es decir, por cada acto de violencia nosotros vamos a hacer tres de paz: responder al triple.
No podemos permitir que el miedo nos gane y nos paralice, porque es verdad que somos más los buenos. Hasta hace 2 semanas, antes del encuentro de Voces por la Paz, en donde estuvo como ponente Makaziwe Mandela, la hija de Nelson Mandela, mi sobrinita era fan de Taylor Swift, después de haber ido a la conferencia de Makaziwe, mi sobrina decidió que quería conocer más sobre los Mándela, su buscador de Google paso de Swift a Mándela.
Y son los pequeños ejemplos que yo pudiera darles del como empieza un proceso de paz desde lo local.
En ese momento es cuando se siembra la semilla, en este caso en una niña, pero señores había más de mil personas que escucharon a Mándela y a Rigoberta y a funcionarios de Naciones Unidas que nos dicen que se están haciendo esfuerzos por que las cosas mejoren.
La pregunta es ¿Qué estamos haciendo nosotros? ¿ya nos dimos por vencidos o vamos a ponernos las pilas y difundir el mensaje de todo lo que es la paz y como podemos lograrla.
