Sociedad

No siempre es un hombre bueno

  • Criando Consciencia
  • No siempre es un hombre bueno
  • Nadja Alicia Milena Ramírez Muñoz

En mi rancho mataron a una morrita, preciosa, preciosa, bien jovencita.

Dicen que fue su culpa porque andaba con mañosos, porque de tan bonita se le hizo fácil huirle a las doce horas en maquila y mejor recibir la lana manchada de sangre de un hombre que mataba para vivir.

Dicen que eligió mal vivir, era lógico que mal muriera ¿no?

Pero les voy a decir algo que ustedes quieren ignorar, así como ignoran que todos le consumimos al narco, que no hay placer, básico o nicho en el mercado que no esté goteando sangre de inocentes.

Las buenas mujeres también son asesinadas.

Sí, ésas que como tú mamá se quedan en casa criando montones de hijos, cocinando y limpiando, son asesinadas diariamente en sus camas, en sus casas, en el mercado, en las fábricas, en los callejones.

Esas madres esforzadas que no piden pensión y mejor sacan adelante solas a sus hijos son asesinadas al salir del turno nocturno de su segundo trabajo. 

Rara vez encuentran a su asesino.

Esas muchachas bonitas son secuestradas por el Uber que las recoge sobrias al salir del antro, espera a que se quede la última en la ruta y la encontramos una semana después en bolsas negras.

El Uber era el hermano mayor de alguien más, un joven modelo en la escuela y en su iglesia.

A Romina su ex marido (un hombre bueno con trabajo de oficina, auto y deuda en el Infonavit), la asesinó cuando ella fue a exigir que le regresara a sus hijos, a quienes se llevó para castigarla por no amarlo.

A Mónica su esposo la golpea todas las noches. Su favorito es estamparle la frente contra la estufa mientras le grita que la comida estuvo asquerosa. 

Rocío sabe que no va a sobrevivir, pero también sabe que no tiene a dónde ir.

Él era el hombre bueno que la sacó de la casa en la que la violaban su padre y su hermano mayor. 

María tenía apenas diecisiete años. Iba saliendo de la escuela hacia su casa, fue mala suerte que el vecino ese día estuviera borracho y con ganas de coger.

La encontraron desgarrada medio enterrada en una cuneta.

Don Eusebio era el bonachón tendero de la cuadra que le fiaba a todas las mamás que no alcanzaban a llegar a fin de mes.

Me perdonarás, o no, sinceramente no importa, pero aquí en mi rancho, a las chicas buenas, malas, regulares las matan sin distinción, un día sí y otro también, sin importar si eligieron de entre el montón de hombres a uno que enseñaba los dientes sin hipocresía o a otro que escondía las garras esperando el momento justo. 

Todos matan. Unos de frente y otros por la espalda.

Google news logo
Síguenos en
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MILENIO DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MILENIO DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.