El sexenio anterior y este en cuyo transcurso estamos, no son precisamente amables con la información sensible, pues en términos generales el tono de sus comunicaciones, en especial las tituladas como “mañaneras”, comunican muy bien los planes, las ideas para frenar algunas críticas y a la vez, la burla escondida en los comentarios a las informaciones en las cuales se han formulado temas y preguntas sobre aspectos sensibles del régimen.
La mañanera, que no del pueblo, y sí del gobierno, ha jugado el papel de distractor en especial cuando se han suscitado temas sensibles o de plano críticas abiertas a lo dicho por el presidente o la presidenta. Se hace así un juego de espejos donde nadie sabe quién es el interlocutor del tema o de la crítica. En días recientes, por poner un ejemplo, la mañanera brillo por la ausencia del tema de los agricultores y su demanda de mayor precio por tonelada de maíz, cuya desatención genero manifestaciones en carreteras, con bloqueos para interrumpir la circulación de los usuarios de esas vías. Todo a modo de protesta contra el gobierno de oídos sordos en ese tema.
La elegante manera de retirar al fiscal general de la República es una lección de cómo deshacerse de un problema y dejar la impresión justo de atender una demanda numerosa e importante en el manejo de los asuntos de la justicia. Y si se vuelve a mirar el tema de inmediato se sospecha lo oscuro del suceso. A la fecha no hay país amigo al cual enviar al fiscal como embajador. Y tampoco cómo se resolverán los pendientes del anterior fiscal, pues siguen en el “sueño de los justos”. ¿Y la mañanera? Bien, gracias. Todo resuelto tal como lo pidió el fiscal renunciante por petición presidencial.
¿Nos acordamos del descubrimiento de un fraude con “huachicol” o gasolina robada? Gran movimiento, grandes cifras de estafa a ¿PEMEX? Nombres de funcionarios enredados en el tema, algunos hasta muertos de inmediato. Millones de litros de gasolina. Años de vida del gran negocio para muchos sin consecuencias visibles y desde luego silencio del pueblo que hace la mañanera. Y silencio de los beneficiarios. Y sí, PEMEX reporta mayor producción, incluso mayor de la cifra anunciada al inicio del año… pero nada de alguna ganancia económica dados los compromisos financieros de la gran paraestatal, roca en el zapato de los últimos 6 o 7 años de los presidentes.
Así el rumbo de la cuarta transformación cuya meta no podrá alcanzarla ni este periodo presidencial y tampoco en el siguiente. Los problemas ahora resueltos están basados en dádivas, en reparto de efectivo a los grupos de mexicanos en situación de pobreza y con edad avanzada. Resueltos quiere decir personas y familias con un ingreso mayor al tenido tiempo atrás, y además, sin un esfuerzo adicional para trabajar más, o conseguir mejor sueldo. Por gracia presidencial solamente. ¿Cuánto aguantará la cartera de la 4T? La economía del país ha crecido tanto como 0.3 %
Es necesario, imperativo, revisar los hechos y la tendencia de esos hechos. Si el crecimiento está estancado, no habrá más puestos de trabajo, y tampoco nuevas fuentes de trabajo. Por tanto, no más recursos para vivir – las familias – menos recursos para el gobierno – no más entregas en efectivo – ciego por decisión, al casi cero desarrollo.
Una escena imaginaria puede parecerse a la siguiente: La familia está en paz, habita en casa rentada con lo necesario para vivir, sin lujos, bien y sin apreturas. Llega la Sra. que cobra la renta, quien recibe el pago y le dice al señor: Voy a subirle la renta, Ya no me alcanza para pagar lo necesario para comer como necesitamos. El rentista piensa… “Caray, si es cierto, a mí también me va a costar más la comida, y no podré pagarle más renta”, y claro, sigue imaginando, los precios del autobús, de la gasolina y etc. van a subir… y estaremos apurados y buscaremos otro trabajo para alcanzar a pagar, pero todo está inmóvil y no conseguiré más trabajo. Nos tendremos que mudar a una vecindad o algo parecido” … o sea …todo sube y las familias sin opciones a su alcance.
Si es imaginación no hay problema… eso sí, surgirá la pregunta imposible de frenar: ¿…Y si les sale mal? ¿Y si no les sale bien? Pensar ahora antes de volver atrás.