Luego del reclamo hecho por Marcelo Ebrard que acusa la inequidad de la contienda interna en Morena, algunas voces comenzaron a especular sobre un posible rompimiento, y su eventual salida a Movimiento Ciudadano.
Semanas antes, en el partido naranja se había iniciado la discusión sobre la incorporación a la alianza PRI-PAN-PRD. De entrada eso provocó una discrepancia entre el gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro y el de Nuevo León, Samuel García.
Alfaro anunció hace poco más de un mes 1) que no sería candidato a la Presidencia y 2) criticó el “aislamiento” propuesto por su dirigente Dante Delgado, que definitivamente descarta unirse a los ahora partidos opositores.
Por su lado, Samuel ha dicho que con el PRI y el PAN “ni a la esquina”, y tiene sus razones. En nuestro estado los diputados de ambos partidos, que tienen secuestrado el Congreso, le han hecho vida de cuadritos, y él tampoco ha sabido negociar como lo hicieron otros.
En cuanto al alcalde regiomontano Luis Donaldo Colosio, asumió una posición parecida a la del mandatario jalisciense, al pedir mayor apertura a la posibilidad de establecer acuerdos con otros partidos, postura que parece la más sensata.
Pese a su juventud, el hijo del extinto candidato presidencial tricolor ha demostrado madurez política, y en el último cónclave emecista a mediados de julio lo dejó muy claro. Las opiniones siguen encontradas y hoy en día ese tema sigue en el aire.
A su favor, el joven Colosio Riojas tiene una “marca posicionada” que en todos las mediciones nacionales sale muy bien ubicada. En todo caso el apellido pesa y eso podría establecer una diferencia en esta discusión.
Las encuestas serias que miden la aceptación de los alcaldes en todo el país, lo ubican en el lugar número 20 de 210 a nivel nacional, y cuando esos sondeos son estatales, lo rankean en el tercer lugar, por debajo de San Pedro y Santa Catarina.
Esto quiere decir que Colosio sigue en la mente de los ciudadanos que recuerdan a su padre con cariño, y lo ven con muy buenos ojos. Sin duda puede ser el fiel de la balanza a la hora de tomar una decisión.