A raíz del intenso calor, el consumo de energía en hogares, negocios y empresas se incrementó de manera desproporcionada en todo el país, y en Nuevo León está generando ya conflictos sociales.
Decenas de habitantes de diferentes sectores del Área Metropolitana de Monterrey han padecido cortes de energía durante varios días y en la desesperación salen a bloquear calles para presionar a la CFE.
Sin embargo, se trata de un problema generalizado debido a la demanda energética porque, de acuerdo con el Centro Nacional de Control de Energía (Cenace), el sistema eléctrico está rebasado y por ello nos encontramos en estado operativo de alerta derivado del alto consumo durante las olas de calor.
El comunicado oficial señala que el pasado martes 20 de junio, el margen de reserva operativo de la red se encontró por debajo de 6%, lo que hace mayor la probabilidad de que se generen apagones.
Sin importar en qué lugar se requiere de más energía, la saturación de la infraestructura y conexiones puede provocar una falla con efecto dominó, impactando en otras áreas.
Y advierten que esto provocará que se programen cortes de luz en diferentes zonas del país, pues es la única manera de evitar un colapso en el sistema eléctrico.
Incluso, este organismo está recomendando la utilización de generadores eléctricos residenciales como respaldo, a fin de que los aparatos esenciales funcionen y los alimentos se mantengan en buen estado.
Según el Cenace, esos generadores son una fuente independiente del suministro público, que brindan soporte energético, confiable, utilizando gas como combustible e instalándose en exteriores.
De tal manera que 1) los apagones en la ciudad y en otros estados seguirán, así que nos conviene ir tomando previsiones y 2) de nada servirán los bloqueos en calles y avenidas, así como otro tipo de protestas porque se trata de un problema de falta de suministro a consecuencia de la onda calorífica.
Estamos ante una contingencia causada por las condiciones climatológicas adversas, y más nos vale adaptarnos a esta nueva nueva normalidad.