Tuve la oportunidad de conversar con Rosario Robles en más de una ocasión, siempre con una presencia imponente, a todas luces una mujer con decisión, y mucho carácter, ayer leía con detenimiento la carta que publicó desde el penal femenil de Santa Martha Acatitla y me queda clara una cosa, ningún servidor público padece lo que miles de mexicanos hasta que se pone en sus zapatos. En este espacio le he comentado lo selectiva que resulta la justicia en México, en la que la gracia es para los amigos del sistema y la justicia para los enemigos lo cual se ha demostrado en innumerables ocasiones y ayer Rosario lo decía en su carta “La venganza de unos, la cobardía y el silencio cómplice de otros, y una procuración de justicia selectiva me tienen aquí”.
Hoy una de las mujeres con mayor trayectoria política de los últimos tiempos se ha dado cuenta que hay personas en este país “A quienes se les ha acusado de delitos más graves se les respetan sus derechos, y a los delincuentes del crimen organizado se les ha dejado flagrantemente en libertad”.
Es triste que para que un funcionario se dé cuenta o reconozca lo que ocurre en este país realmente tenga que salir de su burbuja en la que se aísla y enfrentar ese México real que en las campañas dicen conocer.
“El problema es para quienes mandan mensajes equivocados a la sociedad: mejor huye porque si te presentas voluntariamente, tu delito no es grave y eres leal a tus principios, pero eres considerado adversario/a, tu destino es la cárcel”, me parece que esta aseveración no le era del todo desconocida a Rosario.
Lo lastimoso de este asunto es que se aplica el dicho aquel que reza que “los matanceros de hoy serán las reses del mañana” y que estamos de tener cerca un sistema judicial imparcial y alejado de los intereses políticos. Basta ver la diferencia de trato entre Rosario, y la que hoy tiene quien parece haberse convertido en un aliado del sistema Emilio Lozoya, poco expuesto a la opinión pública, evitando el escarnio a toda costa y sin pisar la cárcel.
Hoy Rosario también se da cuenta de las injusticias hacia otras mujeres, a las que reconoce también no haber escuchado, en algo no estoy de acuerdo, no creo que esté en prisión por su condición de género, simple y llanamente por ser enemiga del poder.
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