El anuncio hecho ayer por el PAN, el PRI y el PRD de ir en conjunto por los gobiernos de Coahuila y Estado de México este año y el próximo año por la Presidencia de México y la jefatura de Gobierno de la Ciudad de México, para nada es alentador de que algo podrá ocurrir para arrebatar a Morena la inercia que tiene como partido político con un movimiento centrado en el odio popular en el país hacia los partidos que conforman Va por México.
Esta amalgama de partidos otrora históricos y acérrimos enemigos va destinada al fracaso total, primero por la razón expuesta aquí y segundo porque están a menos de un año de que inicie el año electoral y no hay hoy una candidatura clara para la candidatura a la Presidencia que según lo acordado le tocará encabezar al Partido Acción Nacional, con la resignación del PRI y el enojo del Partido de la Revolución Democrática, que pasa por el peor momento de su historia a punto de desaparecer.
No es que Morena sea mejor partido, es que los tres que conforman la alianza Va por México siguen cometiendo los mismos errores del pasado, mantienen los intereses de partido por encima de los intereses del electorado que ha decidido mandarlos a la banca ante la escasa o nula respuesta a las necesidades de la población cuando les ha tocado ser gobierno. Tenemos una clase política en decadencia que se disputa apenas una parte del electorado que aún decide salir a las urnas con la esperanza de tener un país diferente.
La alianza no entiende que lo que no pudieron hacer en el 2021, una tarea digamos más sencilla que era arrebatar la mayoría a Morena en el Poder Legislativo no la pudieron concretar dado que la gente no confía en ellos y la percepción negativa alentada además por el discurso de odio desde el púlpito nacional dará al traste con la mejor intención que pudieran tener.
No hay que olvidar que Alito Moreno, dirigente del PRI, y Miguel Mancera, del PRD, traicionaron el acuerdo legislativo de no apoyar la iniciativa de que las fuerzas armadas permanecieran en las calles por un periodo más… ¿Quién dice que las traiciones no se podrían repetir?
Miguel Ángel Puértolas
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