En los últimos días se ha generado un debate público sobre los resultados de la reciente Medición Multidimensional de la Pobreza 2022, realizada por el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), a partir de la publicación de la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares (ENIGH, 2022), elaborada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
Dichos datos ponen de manifiesto un logro histórico para nuestro estado, ya que la pobreza tuvo una reducción de 34% durante el periodo de 2020 a 2022. Asimismo, la pobreza extrema también tuvo una reducción porcentual importante, disminuyendo en 50%.
Por ello, desde un enfoque de progresividad y redistribución de las oportunidades, quiero compartir con ustedes tres reflexiones acerca de cómo estos resultados son fruto del trabajo coordinado y colaborativo que hemos venido realizando con todos los sectores.
Primero, gracias al auge económico del estado y al trabajo de los sectores público, privado y social, las personas pudieron aumentar sus ingresos. La carencia de seguridad social pasó de 31.9% a 27.2%, como resultado del fortalecimiento del mercado laboral por la atracción de las inversiones que diariamente llegan a Nuevo León y los programas de vinculación con las empresas, que llevamos a cabo con las secretarías de Economía y del Trabajo.
En este sentido se debe subrayar que el mayor aumento que refleja la medición se refiere a los ingresos laborales de las personas. Esto es muy importante, ya que si mejora el ingreso, más familias pueden planear y decidir libremente qué hacer con lo que ganan, y se genera mayor bienestar social.
Segundo, decir que el modelo de optimización que se utilizó para el diseño y la implementación de intervenciones estratégicas de nuestra política de protección social Nueva Ruta: Incluir para Ser Iguales, impulsa un mecanismo de articulación multisectorial que promueve el trabajo colaborativo, sistémico y transversal a través de una red de cinco vías, que busca la reducción de las seis carencias sociales contempladas en la medición multidimensional; es decir, el rezago educativo, el acceso a los servicios de salud y seguridad social, la calidad y espacios de la vivienda, el acceso a los servicios básicos en la vivienda, y el acceso a la alimentación nutritiva y de calidad.
De esta manera, cuando hablamos de la relación que existe entre la garantía y el ejercicio de los derechos, conforme a la metodología de Coneval, se traduce en algo muy concreto, en la accesibilidad de servicios públicos universales y de calidad a los que puedan acceder las personas para la reducción de sus carencias y sin discriminación alguna.
Y tercero, a través de un diagnóstico profundo, logramos focalizar a la población objetivo. Esto con el propósito de ejecutar acciones estratégicas con mayor viabilidad, costo-efectividad e impacto a corto plazo sobre los principales indicadores de pobreza, y así brindar respuestas integrales a las necesidades básicas, el desarrollo de las capacidades con libertad, y la autogestión de las personas con alto grado de vulnerabilidad. Así, fuimos directo y de manera focalizada con las personas en situación de pobreza, ubicadas en 13 territorios de siete municipios metropolitanos y 316 localidades rurales de seis municipios.
Además, los datos de Coneval demuestran que el aumento de la cobertura de los programas sociales y sus recursos totales es positivo, teniendo como consecuencia la disminución de la pobreza para grupos vulnerables, como la población de la Primera Infancia, que en tan solo dos años pasó de 34.2% a 22.9%. De igual manera logramos la disminución en la carencia alimentaria de 14.7% a 11.7% gracias a nuestra estrategia Hambre Cero, que es parte de la Nueva Ruta, y que incluye el trabajo de diferentes actores como son el banco de alimentos, las universidades y las empresas, y con la cual se otorgan apoyos al ingreso, paquetes alimentarios fortalecidos y asesoría nutricional para niñas, niños y padres de familia, tanto de zonas urbanas como rurales.
En resumen, la igualdad es el futuro y los resultados de Coneval nos alientan a seguir trabajando. Esto es solo el principio. Caminamos con pasos firmes para que en Nuevo León aumente la movilidad social, se reduzcan las desigualdades y haya un crecimiento sostenido e incluyente.
No descansaremos hasta cerrar las brechas. Seguiremos trabajando para que existan más y mejores empleos, fortalecer los sistemas de salud y educación con calidad, erradicar cualquier tipo de discriminación, desarrollar capacidades y habilidades centradas en las necesidades y aspiraciones de las personas, garantizando sus derechos humanos. Y esto recae en todo el gobierno, por eso con la Nueva Ruta nos coordinamos y nos sumamos todas y todos, para lograr que Nuevo León se convierta en el mejor lugar para nacer, crecer, educarse y vivir con dignidad.