Cultura

La cocina de Coahuila

La cocina de Coahuila es sencilla y deliciosa, su geografía marca los ingredientes que se usan para elaborar los riquísimos platillos que se comparten entre todos los municipios, con algunas variantes, sobre todo en la sazón de los cocineros y cocineras que también tienen “su decir” en los platillos de cada región.

El estado es una tierra semidesértica, con oasis como Parras de la Fuente o Arteaga y Múzquiz, en donde el clima es más benigno. 

En sus municipios la cocina tradicional ofrece una gran variedad de platillos, como las tortillas de harina, el machacado con huevo, el cabrito al pastor, al horno o en fritada. 

Sin olvidar los famosos Machitos, el asado de puerco, carne con chile, tamales de carne y de dulce, que se diferencian de los de otras entidades porque son con poca masa de maíz; tacos dorados, de carne y de otros guisos o al vapor; carnitas, menudo, chorizo, gorditas de harina o de maíz, que pueden ser al horno, al carbón o simplemente a la plancha. 

En la Región Lagunera no pueden faltar los lonches elaborados con pan francés de La Laguna, que pueden ser de pierna de cerdo, con aguacate, tomate y chile jalapeño, pero también con carne adobada, huevo con chorizo, milanesa y más. 

La carne asada es otro de los platillos emblemáticos, antes de los cortes americanos se asaban costillas y la carne llamada flecha.

Los quesos artesanales que se elaboran con leche de vaca o de cabra son una delicia: asadero, ranchero, fresco… y no podemos olvidar las frutas del desierto: los cabuches, las flores de palma, el nopal, las tunas, el mezquite, entre otros.

En cuanto a dulces y panes tenemos el pan de pulque de Saltillo, las chorreadas, el pan de maíz que llaman de acero y que es del norte del estado; las empanadas rellenas de cajeta o de fruta, las campechanas de Parras, los dulces de leche con nuez, los ates de fruta, los dulces de higo, las conservas de frutas de Arteaga y Parras; los dulces de higo, piñón y nuez, los dátiles de San Pedro de la Colonias y de Viesca.

Y no podemos dejar de lado las frutas como el melón y la sandía, los higos y granadas, los membrillos, manzanas y duraznos con los que se elaboran dulces, conservas, empanadas y hasta nieve. Con la leche de cabra y de vaca se hace la cajeta para rellenar las empanadas, los conitos de leche, y los dulces con nuez o sólo de leche.

La antigua tradición vitivinícola del valle de las Parras se remonta al siglo XVI, cuando Lorenzo García, los padres jesuitas y el capitán Francisco de Urdiñola serían cruciales para el crecimiento de la región conocida como un oasis en el desierto con montañas que la resguardaban. Sin embargo, Francisco de Urdiñola fue determinante para que estas tierras prosperaran.

Alonso de la Mota y Escobar, obispo de Guadalajara y Puebla, escribe en 1600 una descripción sobre Parras y de los padres de la Compañía de Jesús:

[…] otra hacienda que llaman las Parras, donde se coge mucha cantidad de trigo y de maíz, todo de riego por zanjas sacadas de un río que cerca de ahí nace con muchos ojos y manantiales que hay juntos. […] Púsosele el nombre de las Parras por las muchas silvestres que de suyo produce en todo él, mayormente en las riberas de los ríos… en este valle muy acomodado para viñas, porque allende de las muchas cepas puestas a mano que en él se dan de uvas de Castilla cargan mucho fruto y racimo y vienen a madurar con tanta sazón y con tanto dulce y mosto que se hace vino tan bueno, que se echa muy bien de ver que si se hiciese con la curiosidad y cuidado debido, sería tan bueno como el de España.

En 1870, Evaristo Madero compró a la viuda de don Rafael Aguirre, doña Refugio Santos Coy, la hacienda del Rosario, la cual incluía la Industrial de Parras, las bodegas del Rosario (Bodegas del Marqués) y un molino de trigo. Gildardo Contreras comenta:

Al comprar dicha hacienda, Don Evaristo, aparte de seguir perfeccionando la industria textil existente, puso especial cuidado en mantener y mejorar la producción y calidad de los vinos que allí se elaboraban en las bodegas del Rosario (Bodegas del Marqués), que fueron las primeras que se establecieron en el Continente Americano, hacia el año de 1594; siempre estuvieron a la vanguardia en la elaboración de excelentes vinos de mesa en la región, para ello trajo de Europa algunos técnicos vitivinicultores y enólogos que se hicieron cargo de las viñas: los franceses:

 Jean Ducas, Víctor Chantron, León Glemet; los españoles José Flor García, Joaquín Cerdán, Antonio Maestrs, Antonio Urtado, Sebastián Domene, Tomás Algaba e Ignacio García; los alemanes Enrique Rolfing y Guillermo Hausker; los italianos Roque y Antonio Centrogolo y Luis Paparelli.

Desde entonces la industria del vino en esta región se ha expandido de manera exponencial actualmente hay más de 20 bodegas en esta región. 

El Sotol es una bebida alcohólica mexicana, elaborada a partir de la destilación de la planta homónima cuanta con su denominación de origen y en los últimos años ha tenido un crecimiento importante en la región.

La comida y el vino de Coahuila ofrecen una nueva experiencia gastronómica. Bienvenidos.

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María Isabel Saldaña
  • María Isabel Saldaña
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