Otro impacto que ha ocasionado la pandemia se ha localizado en los nuevos sistemas de trabajo, de tal manera que los responsables de la administración del personal o capital humano están tratando de adaptarse a las demandas que exigen las condiciones supervenientes.
Para estos profesionales se abre un nuevo frente de tareas y obligaciones ante un nuevo marco regulatorio.
El problema surge al carecer de visibilidad de todos los riesgos potenciales que una empresa mediana o grande puede enfrentar ante una auditoría o denuncia; esa empresa queda expuesta a multas y sanciones.
El punto neurálgico en este año ha sido el tema de la subcontratación o outsourcing y los problemas en que pueden incurrir los encargados tanto de la contabilidad como de los recursos humanos.
Lo medular de este sistema de trabajo se resumen en los siguientes puntos: solamente se permite la subcontratación de servicios y obras especializadas que no formen parte del objeto social. En otros casos, está prohibido este sistema.
Las empresas de servicios especializados deberán realizar su registro obligatorio en un padrón público a cargo de la Secretaría del Trabajo. Se debe acreditar el cumplimiento de sus obligaciones laborales, fiscales y de seguridad social.
Las empresas que reciban estos servicios son responsables ante los empleados en caso de incumplimiento.
Quedan homologados los criterios del Código Fiscal, de la Ley del ISR y la del IVA con la Ley Federal del Trabajo. Con ello se evita la defraudación fiscal.
Cada tres años las empresas de servicios especializados se obligan a actualizar su registro ante la STyPS. Las sanciones se incrementan por incumplimiento. La nueva Ley Federal de los Trabajadores al Servicio del Estado ya no da lugar a la subcontratación de personal. Solo mediante un diagnóstico se podrá regularizar a ese personal.
La empresa está pasando a la adquisición de nuevas obligaciones hacia sus subordinados al pasar al rol de personal propio: nómina, carga social, beneficios; se asumen todas las funciones que requiere un equipo de trabajo propio.
La transición es obligatoria y se pide una plataforma digital de gestión para facilitar la transición obligatoria. Todo ello conduce a la modernización. _