Ya se ha comentado antes lo delicado que es nombrar a una persona que ocupe la Secretaría de Educación Pública porque de ello depende, en gran parte, el éxito en lograr los objetivos básicos del compromiso.
La persona calificada para ocupar tan importante cartera tiene que, en primer término, gozar de gran prestigio académico y además, contar con las herramientas metodológicas y administrativas para el control de tan vasto campo de trabajo.
Otro compromiso es el de seleccionar al equipo de trabajo que le apoye en concretar los planes educativos, equipo que, desde luego, debe gozar de prestigio y conocimientos del difícil andamiaje de la institución.
Pero si se da el desatino de nombrar a personas muy leales con personas y que gocen de absoluta confianza en los planes de un movimiento político, entonces se estará cometiendo un crimen de lesa cultura.
Después del desafortunado paso por la SEP de una mujer sin raigambre y sí acusada formalmente por la autoridad electoral de delitos comprobados, se llama en su lugar a otra persona que tampoco tiene el perfil mínimo para tal responsabilidad.
Se trata de Leticia Ramírez, cuyo nombramiento suena como una verdadera falta de respeto a quienes han pasado por esa secretaría… antes del actual sexenio. Dos meses utilizará la SEP “para realizar un diagnóstico de la matrícula perdida tras la pandemia de covid” , según dijo.
Más adelante en una entrevista en que habló con frases hechas sobre lo que es la secretaría, salió reprobada ante una pregunta que no tuvo solución. La entrevistadora le planteó una pregunta simple que cualquier profesor pudo contestar correctamente.
La pregunta fue: “¿Cómo aprenderá un niño las matemáticas de segundo grado, que ya esté dentro del nuevo modelo educativo?” A lo que, tras pensarlo durante largos y embarazosos segundos, respondió: “No podría contestar eso”. ¿Se trataba de un asunto de seguridad nacional o fuera de su competencia?
¿Era una pregunta sobre astrofísica, los hoyos negros o la fórmula de un componente químico? No. Se trataba de plantear una respuesta utilizando simplemente la metodología del aprendizaje, válida para cualquier materia. _