Política

Ley 35. Domina el arte del momento propicio

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  • Ley 35. Domina el arte del momento propicio
  • Marco Sifuentes

Nunca parezcas ir de prisa, eso delata una falta de control sobre ti y el tiempo. Aparenta ser siempre paciente, como si supieras que todo terminará por llegar a ti. Sé un detective del momento justo; huele el espíritu de la época, las tendencias que te llevarán al poder. Aprende a apartarte cuando aún no ha llegado el momento propicio y a atacar con ferocidad cuando se concreta”.

Vaya planteamiento nos presenta el autor de Las 48 Leyes del Poder, Robert Greene, quien me recuerda aquella historia de Ricitos de Oro y los Tres Osos.

Cuenta la versión original que cuando los tres peludos volvieron a casa, después de un paseo, Mamá Osa, muy quitada de la pena, se internó en la cocina, mientras que los machos, Papá Oso y Bebé Oso, se aproximaron presur-osos a la mesa del rústico comedor familiar.

Al ver su plato vacío, Papá Oso irritado exclamó: “¿Quién se comió mi sopa? ¡Mi chingada sopa!”. Sorprendido, al ver el suyo también vacío, Bebé Oso, imitando a su padre, berreó: "¿Quién se comió mi sopita? ¡Mi chingada sopita!”

De pronto, de la cocina llegó un rugido aún mayor, capaz de sofocar e intimidar los alaridos de estos dos, era Mamá Osa poniéndolos en su lugar: “¡Siéntense, pendejos, todavía no les sirvo!” Y se acabó el cuento.

Entiendo que a esto se refiere el multicitado autor, a no adelantar vísperas, a guardar el momento oportuno y no forzar las cosas; a no moverse para salir en la foto, parafraseando a don Fidel.

En la antesala de lo que será la sucesión presidencial más anhelada en la historia de nuestro país, veremos qué tanto se adelantan o actúan con reserva los suspirantes a ocupar la silla de Ricitos Blancos; si muestran serenidad y paciencia o sienten que se les cuecen las habas.

Los de rizos morenos son dos: Claudia Sheinbaum y Marcelo Ebrard. No más. Ambos tienen la venia bendita de Ya Sabes Quién. A los dos les ha dicho que sí pero no les dijo cuándo. O sea que los trae volando. Los de rizos azules no saben ni qué onda, sienten que la silla o está muy dura o muy aguada o muy endeble. Y el pequeño quijotillo que anda en pos de ella, conocido como Ricky Riquín Canallín, primero tendrá que sentarse en la de los acusados.

Por su parte, los de bucles tricolores están más ocupados en no ser molestados y llegar vivos al siguiente acto, cuya locación será el Estado de México el año que entra. Mientras a su líder no se le ocurra hacer lo mismo que en su tiempo el inefable Roberto Madrazo, para ellos ya es ganancia.

Los de rizos naranja, que andan en modo egoísta pero enrachados, podrían cometer la torpeza de creérsela, como hace poco en Quintana Roo, donde presentaron a un impresentable como su candidato y luego lo tuvieron que retirar para no quedar como Payasuelos y Matonzuelos. El mayor peligro que corren estos dizque ciudadanos es precisamente querer brincarse la barrera del tiempo y postular al hijo de Luis Donaldo Colosio o al tal Samuel, error que les costaría todo su avance.

Tampoco significa que tengan que postular al tal Alfaro. No es para tanto. Solo que aprendan a honrar esta ley que habla precisamente de los tiempos de Dei, que son también los tiempos del Populi. 

Marco Sifuentes

ceo@mkf.mx

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Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MILENIO DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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