Con el fin de acotar y limitar al máximo la libertad de expresión o manejarla a su modo y arbitrio, como han hecho los gobiernos absolutistas, llegó a la Cámara de Senadores la nueva Ley de Telecomunicaciones que restringirá y sancionará todas las críticas al gobierno.
Dicha legislación aprobada en vía rápida en comisiones de la llamada Cámara Alta, prevé de manera grave “el retiro, rescate o quitar las concesiones de radio y televisión a particulares, cuando el Ejecutivo federal considere que las críticas de periodistas, comentaristas, analistas y hasta editorialistas, “pongan en riesgo al Estado mexicano“.
Para no variar, las comisiones de Radio y Televisión, Comunicaciones y Transportes, así como la de Estudios Legislativos, dieron el visto bueno con Morena, el Partido Verde y el PT, a la ley que entraría en funciones a partir de su aprobación en el pleno y plasmada en el Diario Oficial de la Federación.
La propuesta en el Senado fue aprobada en menos de 24 horas de haberse recibido, lo que no causa extrañeza, porque ya sabemos muchos mexicanos cómo actúan los legisladores de Morena -por supuesto a espaldas del “pueblo sabio”.
Entre las atribuciones de las que gozará la aplicación de la Ley de Telecomunicaciones está la de crear, darle certeza y hasta poder de crítica censurable a la Agencia de Transformación Digital y telecomunicaciones que podría dictar de oficio, cambiar o rescatar bandas de frecuencias o recursos orbitales en cualquier caso que el Estado intuya que está en peligro su potestad o su buena marcha.
Lo lastimoso de todo este enjambre de legislaciones hechas al vapor es que enrarecen el ya de por sí deteriorado clima político del país y en contra de la verdadera libertad de expresión, que quiérase o no, ha sido defenestrada de manera personal por los más férreos defensores de la administración morenista, que no ha hecho otra cosa más que censurar a quienes en su pobre criterio están en contra de la verdad.
Lo que se dio en las comisiones del Senado es para que empiecen a cuidarse y a poner sus “barbas a remojar” quienes osamos criticar al gobierno morenista, el dictamen prohíbe la transmisión de propaganda política, ideológica, comercial o de cualquier índole de parte de Gobierno o entidades extranjeras como aconteció hace unos días con el anuncio de Estados Unidos acerca de la persecución a inmigrantes
La multicitada ley refiere que sancionarán con multas de hasta 5% de los ingresos a los concesionarios de Radio y televisión que transmitan ese tipo de contenido de referencia.
Luego de haber disuelto el Instituto Federal de Telecomunicaciones, tras las descalificaciones del otrora presidente de México, ahora sí, sin freno y apostándole a la justicia con aprobación vía rápida, sin importar que todo vaya en contra de la estabilidad social de los mexicanos.
La hoy extremista legislación aprobada y avalada por el legislativo de Morena, le apostará a la desaparición de concesiones radiofónicas y televisivas, “nomás por sus pistolas” y al menor intento de crítica al actual régimen.
Pobre México con esos gobernantes.