Política

Movilidad híbrida en Victoria

El lunes 4 de noviembre, el gobierno estatal cortó el listón de la primera ruta híbrida universitaria. Seis camiones que alternan gasolina y electricidad, gratis para estudiantes, recorriendo la UAT hasta la USJT.

Dieciocho choferes en capacitación, cero costo para el usuario y una promesa de aire más limpio. Suena bien. Es, de hecho, el primer destello real de tecnología limpia en el transporte público tamaulipeco.

Pero una ruta no es un sistema. Y si queremos hablar en serio de movilidad, hay que decirlo sin rodeos: esto es un piloto con fecha de caducidad si no va acompañado de política pública de largo aliento y presupuesto para todo el estado.

El alcance es microscópico. Cinco mil estudiantes beneficiados en una entidad de 3.7 millones de personas. En Reynosa, Tampico o Nuevo Laredo, el transporte sigue siendo el mismo de hace 20 años: concesiones privadas, unidades oxidadas, rutas que se inventan sobre la marcha y choferes que trabajan 14 horas sin IMSS.

El IMCO dice que el 68% de los tamaulipecos usa transporte público todos los días; solo el 12% lo considera decente. Mientras Victoria estrena híbridos, en la frontera aún se viaja en camiones que parecen salidos de un museo del desecho.Y no es que la tecnología falle. Funciona.

El problema es la ausencia de un sistema estatal integrado. No hay autoridad que coordine rutas entre municipios, no hay tarifa única, no hay app confiable con horarios reales, no hay carriles exclusivos. El Plan Integral de Movilidad Urbana Sustentable existe en papel, pero en el presupuesto 2025 apenas le tocan 0.8% del gasto estatal. Jalisco invierte 4.2%, Nuevo León 3.1%.

¿Qué hace falta para que esto sea más que un experimento? Presupuesto etiquetado: un fondo estatal con recursos fijos (impuesto al carbono, multas, aportación federal). Flotilla moderna en todo el estado: no solo seis híbridos; cientos de unidades Euro VI, gas natural, con mantenimiento preventivo.

Corredores exclusivos: carriles confinados en Hidalgo (Reynosa), Ejército Mexicano (Tampico), Fidel Velázquez (Victoria). Tarifa integrada: un boleto electrónico que sirva para todo: camión, metrobús, futuro tren ligero. Choferes con derechos: IMSS, salario base, turnos humanos. Un operador cansado es un riesgo rodante.

Por ahora, las unidades ya están en Tamaulipas, pero aún no circulan con pasajeros. Falta la capacitación de conductores; el arranque real podría ser en enero. Es decir: mucho anuncio, poca calle.

Y así seguiremos mientras el presupuesto siga yendo a carreteras para autos y no a camiones para la gente. Esto es un paso, de todo un camino por recorrer donde el transporte público no es un regalo para universitarios: es un derecho para todos.

De Matamoros a Nuevo Laredo, de lunes a domingo, para quien gana el salario mínimo y para quien carga la mochila. La ruta híbrida es un buen comienzo. Pero si no se convierte en sistema, será solo una anécdota verde en un estado que sigue respirando smog. La sostenibilidad no cabe en seis camiones. Cabe en un estado que se mueve digno, seguro y sin privilegios.


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Marcela Brown
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Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MILENIO DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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