Este es un tema de la mayor importancia para el sector financiero y para el empresarial, así como en lo general, para los inversionistas. Todos estamos de acuerdo en que la tasa de interés de referencia en México estaba muy alta, producto de las condiciones tanto nacionales como internacionales a las que se enfrentaba la economía mexicana, y no es que las cosas se hayan resuelto, ahora (cuando menos) tenemos mayor certidumbre en relación con lo que EU puede hacer con su tasa de interés y, dicho sea de paso, hay algunos peligros que, sin haber quedado plenamente resueltos (como el T-MEC), tenderán a solucionarse. Bajo la administración de Agustín Carstens, Banxico fue muy agresivo subiendo la tasa de interés de referencia por varios motivos.
En primer lugar, a partir de 2015, la Fed empezó a tratar de normalizar su tasa que para ese año fuera de entre cero y 0.25%; la discusión era si en virtud de la recuperación de la economía de EU la tasa debería subir a 3 o 3.5%, además de reducir el tamaño del balance de la Fed, que había superado los cuatro trillones de dólares por la enorme compra de bonos que se realizó de 2008 a 2014. Banxico no se podía quedar con los brazos cruzados, ya que existía el riesgo de que si ganaba Trump, el Tlcan estaría en peligro de desaparecer. Por si esto fuera poco, en México la inflación en 2016 se salió de control, llegó arriba de 6% por los incrementos en el precio de las gasolinas. Banxico subió la tasa de 3.5% hasta 8.25% en un lapso de tres años, mientras que la Fed la elevó de cero a 2.5% en el mismo periodo.
Hoy las cosas han cambiado, la Fed bajó la tasa de 2.5 a 2%, y se espera que baje al menos otro cuarto de punto este mes, lo que deja abierta la posibilidad de que en disminuya en diciembre, para terminar en 1.5%. En el tema del T-MEC, todo indica que se firmará; por lo que respecta a la inflación local, está en la meta de Banxico de 3%.
Es posible que Banxico baje la tasa en noviembre a 7.5% y lo haga en diciembre a 7.25%, siempre y cuando la Fed haga las dos mismas bajas; por supuesto, para que esto suceda la inflación tendrá que mantenerse sobre los niveles actuales, lo cual creo que sí sucederá.
Para 2020 se ve difícil que la tasa siga bajando de forma tan acelerada debido a que a riesgos internos y externos. En lo interno, si no se saca de su estancamiento a la economía, esto puede traer problemas con los ingresos del sector público; además, todos los impuestos especiales, nuevos o aumentos a los anteriores tendrán efecto en la inflación. En lo externo, la economía en EU puede desacelerarse con más intensidad, una situación así nos pegaría en el único renglón que crece en México: la exportación de manufacturas, amén de que si se recrudece la guerra comercial China-EU, en vez de una oportunidad para nosotros, nos va a lastimar.
Todo apunta a que este año podremos ver una baja adicional de medio punto en la tasa de Banxico, pero no sabemos si esa ventana seguirá abierta para el año entrante.
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