El miércoles la Reserva Federal tomó la decisión de elevar 25 puntos base la tasa de interés de referencia, con lo cual pasó de 4.75 a 5%; algo que le gustó a los mercados fue que se mencionó que en principio puede haber un alza adicional de un cuarto de punto y que ésta marcará el máximo a alcanzar durante 2023, claro, siempre y cuando las condiciones de la economía y la inflación se mantenga con base a lo estimado.
La decisión de la Reserva Federal no fue fácil, hace apenas tres semanas los mercados y la propia Fed pensaban que las tasas tendrían que llegar en este año hasta niveles de 5.75%, lo cual era algo que no se visualizaba con anterioridad. Todo cambió con crisis que se vivió en el sistema financiero estadunidense, trayendo como consecuencia la quiebra de Silicon Valley Bank y de Signature Bank, que al final metió en problemas a First Republic; los dos primeros bancos tuvieron que enfrentar un grave problema de liquidez en virtud de un manejo inadecuado e imprudente de su tesorería.
En el caso de SVB el problema se suscitó porque la liquidez fue invertida en bonos de tasa fija con vencimientos de largo plazo para elevar la rentabilidad de la institución; sin embargo, esta perdió, ya que cuando las tasas de interés van hacia arriba —como sucedió en 2022— el precio de los bonos va hacia abajo, de tal forma que cuando el banco tuvo que hacer frente a la demanda de sus depositantes, se vio en la necesidad de vender bonos con valuación negativa que le reportaron pérdidas importantes.
SVB trató de fortalecer su balance al buscar capital para financiar las pérdidas, pero lo único que logró fue espantar a los mercados y no conseguir el dinero que buscaba, después de esto se dio la corrida de los depósitos sobre el mencionado banco. Las autoridades monetarias tuvieron que intervenir; por fortuna, lo hicieron con inteligencia garantizando a los depositantes de cualquier tamaño que podían presentarse a cobrar sus depósitos, no solo aquellos que estaban protegidos por la ley bancaria en EU —beneficio que cubre a depositantes hasta con 250 mil dólares.
Algo parecido sucedió en Signature Bank; respecto a First Republic, que es un banco regional mediano, lo que le hizo entrar en problemas fue que Standar & Poor’s redujo su calificación crediticia de “BB a B”, y esto, en el estado de nerviosismo que había en el sistema, provocó también una fuga importante de recursos. Por supuesto, las medidas tomadas para SVB se hicieron extensivas a los otros bancos y, en apariencia, se resolvió el problema.
Después vino el escándalo de Credit Suisse, que ya tenía problemas desde hace meses. Todo esto viene a colación porque es probable que el alza en las tasas de interés en EU haya lesionado algunos balances de bancos medianos y pequeños, por ello la Fed debía tomar una decisión equilibrada entre mantener la lucha contra la inflación, subir las tasas y cuidar la salud del sistema bancario. Al final, tomó la decisión correcta, pues no hacer algo o subir 50 puntos habría ocasionado serias dudas en el sistema.