Angustia tecnológica o tecno-estrés, nuevo tipo de estrés, producto de una intensa relación con las, computadoras, celulares, ipads,.. Llaman así, a la falta de habilidad para tratar con las cada vez más sofisticadas y complejas "nuevas tecnologías".
El sistema nervioso en estado de alerta constante, el cerebro excitado a toda hora y exigencia inmediata de respuesta, la ciencia médica nos dice que es angustia tecnológica, sobre todo para aquellas personas que requieren usar la tecnología pero son “analfabetos cibernéticos”.
Cuando dimos la bienvenida a las computadoras personales, ellas comenzaron a hacer más cosas, más rápido y más veces.
Logramos mayor eficacia y un considerable aumento de productividad laboral. Pero la facilidad se convirtió en agitación.
Seguramente conocemos al menos a alguien "quemado por la tecnología".
En la actualidad, a nadie le resulta sencillo sobrevivir diariamente a mensajes de correo electrónico, reuniones por net meeting, participar en facebook, enterarse de los chismes nuevos en twitter, etc.
El mundo cambió y decidimos acompañar el cambio.
Pero no nos subamos al tren tecnológico sin saber si el destino es el que buscamos. utilicemos la tecnología sólo cuando nos ofrezca algo que necesitemos y no pretendamos dominar todas las funciones que nos ofrece, porque la ecuación se invierte: la tecnología termina dominándonos e impidiéndonos pensar fuera de su lógica.
Nuestros tiempos son otros, no son los de un cerebro "binario".
Por lo que necesitamos un período de adaptación ante cada nuevo avance tecnológico, que nos permita sentirnos cómodos y no tensionados.
Un buen comienzo, es recuperar nuestro espacio personal y laboral ajeno a las máquinas.
Dejamos que la tecnología invada nuestro tiempo libre al no apagar el celular en todo el día, o al revisar el correo electrónico cada cinco minutos.
De esto, resulta una suma de ansiedad e inseguridad que antes no sufríamos.
Por momentos parecemos atrapados por el tiempo de las máquinas. Cuando nos exigimos seguir el ritmo de las nuevas tecnologías, estamos olvidando que no vivimos para procesar datos sobre el mundo (eso lo hacen ellas) sino que trabajamos con los datos del mundo, para hacer de él un mejor lugar para nosotros mismos.
Las computadoras son una parte importante de nuestras vidas, sin duda. Pero sólo eso, una parte.
Levantemos, pues, la vista del teclado, de la pantalla, abramos la mano y soltemos el mouse... seguramente nos sentiremos mejor.