El tema de la exclusión del León del Mundial de Clubes es un carbón ardiendo.
El León tiene razón al externar que se ganaron en la cancha el poder participar en el Mundial.
Deportivamente hablando lo consiguieron y por eso hoy golpean la mesa con el puño cerrado, exigiendo se les otorgue su recompensa deportiva. Tienen razón.
Pero también la FIFA tiene razón: la multipropiedad nunca, pero nunca será algo positivo, pues los intereses existen y siempre existirá algún tipo de manipulación o triangulación, por mínima que sea.
Por eso la FIFA, también, tiene razón.
En México en poco tiempo caerá también el peso de ese reglamento y habrá situaciones y contextos que cambiarán, esperemos, para bien.
Pero hay detalles que escuecen y tampoco quedan claros, como la inclusión del Inter de Miami de Messi al Mundial de Clubes, que dicho sea de paso, no ha hecho nada para ganar su participación en dicho certamen.
Aunque todos tenemos claro por qué el Inter estará ahí: por Messi. Esto obedece a un factor estrictamente mercadotécnico y la FIFA es amante de eso.
Pero si a esas vamos, James también es un producto muy mercadotécnico, basta con ver los estadios llenos en nuestra liga MX cuando el León se presenta a lo largo y ancho del país.
Y bueno, que pudiese estar el Alajuelense no motiva a nadie, salvo a sus aficionados.
Lo siento, pero es la realidad. Hay un mundo de diferencia entre ver al león de James que al equipo de Costa Rica.
Y el mundo, dentro de los partidos de eliminatorias, el Argentina vs Brasil se roba todas la miradas.
Tras las recientes declaraciones de Rafinha, el ambiente se ha calentado.
El delantero del Barcelona declaró que “¡Vamos a darles una paliza, sin duda. En el campo y fuera del campo si hace falta. Voy a marcar un gol, que se jodan”.
Estas palabras han motivado por demás al pueblo brasileño, pero en Argentina se han sentido como una ofensa nacional.
Brasil estará encabezado por Vinicius, Rodrigo y Rafinha, probablemente el tridente más temido a nivel selecciones.
El partido será hoy en el Monumental de River. Argentina basa su poder y confianza en Julián Álvarez, Rodrigo de Paul y Giuliano Simeone.
Esperemos que sea un partidazo, porque hace mucho tiempo que este clásico mundial ha quedado a deber.
Hoy en el Monumental de River deberán saltar chispas.