Circula por redes un dibujo que dice “NUNCA TE RINDAS”; en él puede verse a una rana que trata de estrangular a una cigüeña que la engulle. No sé si el dibujante y los difusores de la imagen sabían que estaban citando. Tiene que ver con la fábula de “Las ranas que Rey pedían”. A partir de 9 versiones hice una propia en mayo del 2018. En vez de serpiente (Esopo) escogí la “cigüeña carnicera” que aparece en el Libro del Buen Amor del Arcipreste de Hita. Va mi versión. “Las ranas, en su estanque/ Democrático, hastiadas/Estaban del Estado/Y del estado en que el Pueblo Rano estaba.//Con impaciencia, rogaban a lo alto:/ ‘Júpiter, Cúcara Mácara, mándanos/Rey. Orden, Disciplina/Trae de urgencia a la República Ranina’.
“Júpiter oye la súplica incesante, /Y entre que se apiada de las mensas ranas/ O entre que busca quitárselas de encima/ Un Rey de Madera les manda al estanque. //Un Rey de Fuste, eso sí, un gran Palazo: /Su Majestad al caer dio tal porrazo/ Que las ranas se escondieron aterradas. //Hasta que de una en una/ Por el silencio intrigadas/ Salen a ver qué Rey les tocaba.
“Al ver que su Rey era un rey mudo y quieto, /De inmediato le pierden todo respeto;/Se le trepan a la panza, espalda y pecho. ‘Júpiter, Trácala Huácala, pedimos /Rey. Pues ¿qué te hicimos que nos mandas a este/ Güey, que ni Títere fue? Nos llama a ofensa/Tu Zoquete literal;/ Mándanos uno que Sepa Mandar;/Rey Pleni-Chipocludo-/Potenciario: esto es lo Ideal’. ‘Les había enviado un incruento Tin Marín’,/Júpiter pensó, o quizás habló./ ‘Ahora les va un interesante Do Pingüé’.
“El nuevo Rey ya no era/ De madera; era hiperactivo/Y despierto con ganas,/Andando a pico abierto;/Era una cigüeña carnicera:/De dos en dos a las ranas/Se iba tragando ligera. /‘Júpiter, Párale. Pácatelas. El/Pueblo Rano te manda a decir que/Rey así no pidió; fue Teté’./ La moraleja se impone sin trabajo:/A un pueblo que cree ‘No habrá peor ni más bajo’,/Encogidos de hombros los dioses lo mandan/Allá, muy lejos, lejitos, donde rima”.
Luis Miguel Aguilar