Valiente, inocente o candidato.
Yo conozco al ingeniero Alejandro Rodríguez desde 1955, aunque él tiene 81 años y yo 84. Lo he admirado por la labor que hizo para el equipo que vi nacer en Primera División, en 1974: los Tigres, que bajo su presidencia ganó muchos campeonatos, dejando atrás los 20 años de tristeza, después de 1982.
Alejandro es un excelente administrador y ha estado ligado a los empresarios quienes, posiblemente, lo quieren apoyar para entrar a la política, utilizando el equipo que él organizó. Yo, recordando la frase “los campeones no regresan”, creo que es muy valiente en aceptar, a su edad, el reto, pues un partido lo quiere de candidato a la gubernatura y ese grupo sabe que no hay mejor manera, aunque incorrecta en campañas, de ganar o perder la opinión pública, que usando el futbol.
Yo le deseo éxitos en cualesquiera de los campos, pues según él mismo dijo, está indeciso sobre la candidatura y lo felicito por su valor, o ingenuidad, de aceptar ser manipulado, recordándole que en la política no hay fair play (juego limpio).
Descartes: Pienso, luego existo… Ojalá a mi compañero de la infancia le vaya bien en el futbol o en la política, pero “aguas con los mánagers”.
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