No contento con el mal manejo del covid y de haber fracasado en el Insabi, ahora el gran destructor López-Gatell acaba de desaparecer las NOMs (Normas Oficiales Mexicanas) en materia de salud, por lo que ya no hay ningún salvavidas para aquellos pacientes que antes gozaban de un programa reconocido en todo el mundo, que se llamaba Seguro Popular y que dio esperanzas a la gente humilde que no tiene seguridad social o recursos para utilizar la medicina privada.
Recientemente conocí un caso que ejemplifica este absurdo, pues una persona que no tiene recursos, ni seguridad social, cayó, haciendo un trabajo hogareño y se fracturó la columna vertebral, hecho que lo puede dejar inválido o con limitaciones para toda la vida.
Ante la ausencia de cualquier apoyo, fue al Hospital Universitario, pero ese procedimiento complejo de cirugía requiere de instrumental; o sea, aparatos que logran rectificar el rumbo y atenuar el grave problema que le durará, teniendo 20 años de edad, toda la vida. Esto porque no pudo entrar al Seguro Popular, ni al Insabi, que ya desaparecieron, otro de los absurdos del subsecretario que los inventó y después los desapareció. Entonces el HU, totalmente carente de recursos, le generó una expectativa de vida media, porque no excelente, para el resto de su vida.
Este caso ejemplifica que el HU es el único reducto, junto con el Hospital Metropolitano, que tiene múltiples carencias, para atender a pobres de solemnidad. Pero el HU no recibe los recursos federales y sí los estatales, que son insuficientes, para cubrir a este tipo de pacientes. Y ahora, con la desaparición de las NOMs, el Gobierno se quita toda la responsabilidad de atender a la gente humilde, que ha aumentado seis millones de personas en los últimos años.
Yo pienso que el Estado deberá aumentar, a través del Congreso, el presupuesto para el HU, corrigiendo así el absurdo federal de no apoyar a los humildes de solemnidad, porque no hay que olvidar que la salud es un derecho.
Descartes: Pienso, luego existo… El HU y el Hospital Metropolitano (con menos presencia académica) están siendo responsables de la salud en Nuevo León, pues la Federación permanentemente desaparece instituciones y no crea ni planea nuevas alternativas.