Muy cara resultó la Semana 2 de la NFL para dos equipos en particular: Pittsburgh y Nueva Orleans, escuadras cuyos quarterbacks salieron lesionados y que les afectará notablemente en sus aspiraciones por llegar a playoffs.
En el caso de los Acereros, Ben Roethlisberger se perderá el resto de la temporada, mientras que con los Santos, Drew Brees estará fuera de actividad de seis a ocho semanas. Dos jugadores clave, en posiciones determinantes en la NFL.
Es verdad que los Steleers lucieron muy mal en el arranque de la campaña, luego de perder 33-3 ante Nueva Inglaterra, sin embargo, había mucho tiempo para ajustar y que paulatinamente el equipo tomara ritmo y compitiera junto con los Cuervos y los Browns por el título de su división, sin embargo, la lesión en el codo derecho de su mariscal de campo, que se tradujo también en su segunda derrota del certamen, pone un panorama nada halagüeño para los de negro y oro, toda vez que Mason Rudolph, jugador de segundo año, será quien se encargue de tomar las riendas de la ofensiva acerera.
Por el bien de los seguidores de Pittsburgh, ojalá este muchacho haga bien las cosas, aunque luce complicado que pueda llenar los zapatos de Roethlisberger.
Con los Santos, la situación también luce complicada, pues ante la baja de Brees, quien se lesionó uno de los ligamentos de la mano derecha, el equipo pasó de ser un sólido contendiente en la Conferencia Nacional, a un participante más, que seguramente se rezagará en su división.
Los partidos que al menos se perderá el estelar pasador de Nueva Orleans son: Seattle, Dallas, Tampa Bay, Jacksonville, Chicago y Arizona; tres ante equipos muy fuertes en la Nacional (Halcones Marinos, Vaqueros y Osos), otro divisional, que siempre resulta complicado (el de los Bucaneros) y uno interconferencia difícil (por la fuerte defensiva de los Jaguares). Solo el duelo ante Cardenales luce ganable.
De ahí que si su recuperación no sufre algún contratiempo, Drew Brees reaparecería hasta el 10 de noviembre, después de la semana de descanso de su equipo, contra Atlanta, y quién sabe si le alcance a los Santos para llegar a playoffs.
El encargado de dirigir la ofensiva de Nueva Orleans será Teddy Bridgewater, muchacho que sufrió una gravísima lesión en la rodilla en 2017, y que después de eso solo ha iniciado un partido en las últimas tres temporadas.
No cabe duda que la posición de quarterback sigue siendo determinante en la NFL.