La inconsistencia ha sido el sello del Guadalajara en este Apertura 2019. Tomás Boy no puede hacer que su equipo juegue bien al futbol y por ende obtenga buenos resultados, y es que luego de 10 jornadas, el conjunto tapatío se ubica en la posición 14 de la tabla general, con 11 puntos, producto de tres triunfos, dos empates y cuatro derrotas, mientras que en la tabla de cocientes es penúltimo, apenas por encima del Veracruz.
Las Chivas no han ligado victorias en este certamen y solo han ganado uno de sus últimos cinco partidos, situación que a estas alturas del campeonato ya es para preocupar, toda vez que la llegada del Jefe al banquillo rojiblanco no nada más fue para evitar el descenso, sino para devolver al Rebaño Sagrado a los primeros planos y romper esa espantosa racha de cuatro torneos consecutivos sin calificar a la Liguilla.
Pero la realidad es que el equipo no camina, sigue batallando para hacer goles, tiene llegada, pero no concreta y Oribe Peralta está muy lejos de ser el hombre gol que el club necesitaba. Los mejores años del Cepillo quedaron atrás, físicamente no está en su mejor momento y ya se cumplió un año desde la última vez que celebró un gol en la liga.
Esta jornada doble es importantísima para el Guadalajara, o reacciona o termina por hundirse. El martes recibe al Pachuca, un rival complicado, aunque de visitante suele bajar su rendimiento, y el sábado se mete al Estadio Azteca para protagonizar una edición más del Clásico Nacional contra el América, el archirrival, que aunque no ha ganado en sus últimos partidos, tiene un plantel poderoso que puede despertar en cualquier momento.
Si Chivas gana los dos partidos, anímicamente el plantel se irá para arriba, pues se meterá de lleno en la pelea por calificar a la Liguilla, pero si pierde, los focos rojos se prenderán en Verde Valle y la cabeza de Tomás Boy estará en riesgo.