Qué más se puede decir del Guadalajara luego de la vergonzosa derrota que sufrió el domingo 3-0 ante el Santos en la Jornada 1 del Apertura 2019.
Desde que asumió como técnico del Rebaño, Tomás Boy ha perdido ¡10 de los 12 partidos que ha dirigido! ¿Qué se puede hacer con esos números?
Y es que en el receso el conjunto tapatío trajo de regreso a Toño Rodríguez, quien el domingo se comió un gol en un tiro libre de 40 metros; también repatrió a Oswaldo Alanís, a quien Furch lo adelantó para meter el 3-0; Antonio Briseño, su otro refuerzo, estuvo en la banca.
Preocupa la fragilidad defensiva de las Chivas, errores muy puntuales que le cuestan goles y también es de llamar la atención que no genera juego ofensivo, no tiene llegada. Ante los de La Comarca tuvieron una clara y Alan Pulido no la definió. Oribe Peralta arrancó en la banca y aunque hubiera sido titular tampoco hubiera hecho diferencia.
En nombres, Guadalajara no tiene mal equipo, nada espectacular, pero tampoco para ofrecer actuaciones como la del domingo, por eso reitero que es de preocupar lo que sucede con este equipo que suma cuatro torneos sin calificar y que en este año futbolístico acarrea problemas de descenso. De hecho, después de la Jornada 1, los rojiblancos solo están por encima del Veracruz y Atlético San Luis en la tabla porcentual.
Y para colmo, está la nada inteligente decisión de aceptar jugar la International Champions Cup, que se empalmó con el inicio de la Liga, lo que motivó a Boy a partir al equipo para cumplir con el compromiso del sábado contra el Benfica, y hoy juega contra el Atlético de Madrid y el domingo recibe al actual campeón, los Tigres, en la Fecha 2.
Si alguien tiene la solución para sacar a Chivas del letargo, que le avise al Jefe Boy, porque por ahora este equipo está haciendo el ridículo