Después de explicarme que sólo era la presentación del suplemento vitamínico la que había cambiado, pero que se trataba del mismo producto que yo solía comprar, la chica me entregó un frasco color negro con letras verdes fosfo y figuras blancas y rojas.
“Mmm… pensé”, recordando que estos colores eran en mis juveniles tiempos de explorador, una combinación aposemática, es decir; una advertencia para sus posibles depredadores mediante el aspecto de algunas variedades de serpientes muy venenosas como el llamado “coralillo”.
“Si el rojo toca el amarillo es venenosa”, solíamos recordar antes de jugar con una vara con algún bicho rastrero con los que de cuando en cuando nos topábamos.
Por supuesto la coincidencia de colores no pasó de ser sólo eso, una coincidencia, pero luego de ver durante varios días sobre mi mesa el bote de cápsulas, me pregunté: ¿cómo era posible que los diseñadores eligieran tales colores para algo que se va a ingerir?, y la respuesta obvia me surgió cuando empecé a observar otros objetos y productos que presentan rasgos similares, incluso en el medio de los vehículos cada día son más aquellos con formas felinas u otras expresiones de letalidad y poder.
Y es que tal vez no son los diseñadores los que en realidad definen las formas con las que se comercializan los productos, sino los rasgos que en un cierto momento y en una determinada sociedad, se consideran importantes o valiosos.
Es decir; los valores que una sociedad pondera como tales, según las costumbres, los usos, la moda y el momento en el que toca vivir.
De ser esto cierto, entonces no es casualidad que en estos tiempos extremos de violencia e inseguridad planetaria, los productos que compramos velada o abiertamente sugieran: peligro, fuerza, letalidad, agresividad y poder, sean estos suplementos, ropa, nombres de equipos deportivos o vehículos automotrices.
Seguramente nada de esto es nuevo en la larga historia de la estupidez humana, solo es preciso reconocer como nos manipulan y recordar al escoger a nuestras amistades que: “Si el rojo toca el amarillo es que son venenosas”.