El 20 de mayo se celebra el día de las, los y les profesionales de la psicología; evento que permite visibilizar la importancia de la disciplina en la atención a la salud mental.
Se trata de una ciencia muy joven cuya historia comenzó en Alemania apenas en 1920 y con un vasto campo de conocimientos con sustento metodológico. Si bien los avances en la formación, investigación, divulgación y práctica han permitido concientizar sobre la importancia de la psicología y la atención a la salud mental, el trabajo aún es insuficiente para lograr un acceso real de la población a éste.
La representación común de la psicología suele asociarse a la psicoterapia, que es apenas una de sus aplicaciones; pero hay muchas otras formas áreas para su ejercicio y, tristemente, poco reconocidas.
Pese a que existen otras formas de atención para la prevención con la psicología, la cultura de atención a la salud en nuestro país tiende más a la contingencia, por ello es entendible que sea la psicoterapia la que ha tenido mayor auge.
Si hablamos de políticas públicas y gobernanza, muy “ad hoc” en este periodo coyuntural de análisis políticos, ni siquiera la propia psicoterapia recibe la justa observación que se requiere, aún a sabiendas de su relevancia en la garantía de la salud humana. Por poner un ejemplo en el tema de la atención a las mujeres, el Centro de Justicia para las Mujeres ubicado en Pachuca, cuenta con apenas siete psicólogas que brindan la atención a las usuarias que acuden por encontrarse en situación de vulnerabilidad.
Aunado a lo anterior, falta hay que señalar que la integración de la psicología no ha sido efectiva considerando sus áreas como social, deportiva, organizacional, por mencionar algunas.
Entonces, como gremio, hay que celebrar los avances tanto como debemos velar por el reconocimiento de la profesión, la integración efectiva de los campos de la psicología, la actualización en una psicología basada en evidencia y la dignificación de nuestro trabajo.
