¿Cuál reflejo lunar nos acompaña? Las últimas gotas del año van rumbo a la historia, el pasado, lo que murió. El 2025 baja el telón, pronto la nueva función comenzará. Lo que se construyó o dejó de hacer se agolpa en los corazones.
Si piensa que la deuda disminuye, la justicia llegará, y las guerras terminan, inocente palomita, volvimos a creer. ¿Qué viajará con nosotros al 2026? ¿Nacerá la esperanza de un hombre nuevo, ese que mira con honestidad dentro de sí mismo para verter unas briznas de su ser al mundo? Como unos versos del poema náhuatl Tocani “El sembrador es un soñador, imita el canto del cenzontle, descifra el mensaje de las estrellas, vive y convive con nuestra Madre Tierra.”
La luna, deidad de múltiples mitologías, sin luz, ilumina la oscuridad, guía a los pescadores, regula la fertilidad; tiene un poder oculto que influye en la vida del hombre desde la antigüedad, inspiración viva de la poesía, no siempre aparece, cautelosa, guarda su esencia. “Luna tú te vas de ronda como ella se fue”.
Algunos de nuestros días también suelen ser negros como batallas perdidas y en la profundidad de las tinieblas, hay alguien que nos sostiene; una voz, una mano, la oración, el cielo infinito con su diamante lunar como un regalo de los dioses para el hombre.
Tratemos de enjugar lo bueno de las horas sombrías y cruzar con vigor un nuevo día, no aspire a ser lo que los demás quieren que sea, porque no podrá mirar la verdadera luz que vive en usted.
Vivimos extraviados en un inmenso mar de fantasías, las que repasamos a diario en la pantalla de cristal, viendo recetas que no realizaremos, sea de dietas, suculentos platillos o de curar las plantas. Son las historias de este tiempo, las paradojas que nos han tocado vivir.
Vayamos al 2026 con la carga más ligera, perdone sin olvidar, disfrute de lo que le haga feliz, sonría, baile, agradezca y comparta sus dones, el tiempo es agua y no retorna.
Dialogue con los niños, cuéntele cómo era la ciudad, las fiestas, las tradiciones, en su sonrisa y sus preguntas encontrará una gran alegría. Usted, nosotros, México, Tampico, Madero merecemos: Limpieza, Paz y el Bien.
¡Feliz año nuevo! Carpe diem.