Pocos lo pudieron haber previsto. La relación no comenzó de la mejor manera. Aún durante el sexenio, en repetidas ocasiones el discurso fue abiertamente antibanqueros. Y, sin embargo, la banca ha tenido el periodo más redituable de su historia con López Obrador. De ganar la 4T las próximas elecciones, los banqueros apuestan a que el romance continúe.
El inicio fue complicado. Fue hace seis años, durante la Convención Bancaria que se llevó a cabo cuando todavía era candidato, que López Obrador amenazó que se iba a soltar el “tigre” de existir fraude en las elecciones. Ya como Presidente, ha aprovechado las mañaneras para insultar en repetidas ocasiones a los banqueros, en particular por su papel en el Fobaproa, pero esta es la retórica. En la práctica, su administración ha sido una panacea para los bancos en México.
Nunca en la historia les ha ido tan bien. La suma de sus utilidades del año pasado superó la friolera de 272 mil millones de pesos. De esta cantidad, la gran mayoría provino de unos cuantos bancos. Tan solo BBVA México generó más de 100 mil millones de pesos de utilidad. Y no solo están ganando cantidades récord de dinero los bancos en México, sus principales indicadores de desempeño se encuentran en excelentes condiciones. En 2023, su rentabilidad sobre capital fue un atractivo 18.5% (una cifra muy superior a la media de la banca global), su índice de capitalización fue un robusto 18.8% y su índice de morosidad un sano 2.08%. En otras palabras, la banca en México vive una época dorada.
Por supuesto que ha habido algunos sobresaltos en el camino. Cuando Citi quiso vender Banamex, López Obrador puso una serie de condiciones no escritas (como que el comprador fuera mexicano) que no ayudaron al banco estadunidense a desinvertirse de su filial. Aunque Citi pospuso la venta, no es imposible que el valor que obtenga por el banco en un futuro sea mayor. En una de esas, López Obrador les hizo un favor.
Lo cierto es que la banca en México enfrenta relativamente poca competencia, de ahí que sus márgenes sean tan atractivos. Por algo las subsidiarias mexicanas de bancos extranjeros suelen ser más rentables que las propias casas matriz. BBVA México, por ejemplo, contribuyó más de la mitad de las utilidades del grupo el año pasado. Cuatro bancos concentran tres quintas partes de los activos del sistema. Las comisiones que cobran son altas. Estudios muestran que el porcentaje que representan las comisiones de los ingresos totales de los bancos es mucho más elevado en México que en otros países. La administración de López Obrador hizo poco para cambiar el status quo.
En su intervención en la reciente Convención Bancaria, Claudia Sheinbaum reconoció lo obvio: que a los bancos “les ha ido muy bien” con la 4T. Por su parte, la Asociación de Bancos de México declaró que tendrán una relación “perfectamente buena” con quien sea la ganadora. Todo apunta a que el idilio entre la banca y la 4T continuará.
