Política

Salario mínimo, ¿populismo o justicia social?

La justificación de la elevación de los salarios mínimos se basa en la premisa de que si se fijan salarios superiores a la inflación, mejora el nivel de vida de la gente, esta defensa refleja la lógica de que la redistribución del ingreso y el aumento del poder adquisitivo pueden generar círculos virtuosos de crecimiento económico.

Pero ¿cuándo una medida popular se convierte en populismo?, cuando la promesa a pesar de ser buena y sustentable no se cristaliza en la realidad, porque la simple elevación del salario mínimo no resuelve la consabida elevación de los precios, es decir, tanto los plazos como las libertades del mercado, impiden una justicia social que permite a los trabajadores elevar su nivel de vida.

El análisis académico del populismo macroeconómico critica fuertemente las elevaciones de salarios, particularmente de los mínimos, e identifica patrones específicos en las políticas económicas, como el impacto inflacionario en gobiernos catalogados como populistas, aseveración que fue refutada por Gary Becker, premio nobel de economía.

Estas políticas incluyen déficits presupuestarios para estimular la demanda interna, incrementos nominales de salarios combinados con controles de precios para lograr redistribución del ingreso, y control o apreciación del tipo de cambio real para reducir la inflación y aumentar los salarios reales. Estas medidas están diseñadas para satisfacer demandas populares de redistribución, pero frecuentemente ignoran las restricciones económicas, las que al no ser consideradas provocan retrocesos salariales y a veces incluso que los trabajadores pierdan en lugar de ganar

Estos objetivos frecuentemente resultan en peores condiciones que al inicio del ciclo, debido a desequilibrios económicos que surgen tras ignorar las restricciones productivas de la economía.

Pero de acuerdo con esas teorías, el salario mínimo nunca podría elevarse por encima de la inflación, cuando precisamente es el objetivo de la recuperación salarial; además, si consideramos que los salarios perdieron 73% de su valor adquisitivo, la lógica dice que deberían poder recuperarse al mismo nivel, sin embargo las medidas neoliberales que se aplican están dadas para seguir manteniendo el mismo esquema, por ello se requiere un cambio de paradigma real y efectivo.

La mejor manera de elevar los salarios sin populismo es bajar el IVA, al menos 5%; elevar el salario un porcentaje adecuado por encima de la inflación y congelar precios durante el periodo.


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Julio César Vega
  • Julio César Vega
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MILENIO DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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