Este lunes 18 de marzo del 2024 se celebró un aniversario más de la expropiación petrolera, una fecha con gran contenido histórico sobre nuesta independencia energética, que arrancó de manos extranjeras el control de un elemento que serviría de motor a la economía mexicana.
Desafortunadamente, al paso del tiempo, las empresas extranjeras para saltarse el marco constitucional utilizaron otro tipo de estrategias, e incluso modificando la constitución con la connivencia de grupos políticos corruptos y entreguistas. Por desgracia algunos gobiernos también utilizaron a Pemex como aval de préstamos, endeudándolo para cubrir déficits generados por la corrupción gubernamental., como la condonación de impuestos.
El último ataque documentado contra Pemex fue durante el gobierno de Enrique Peña Nieto, cuando se aprobó la denominada reforma energética que simplemente legitimó la entrega de nuestra industria del ramo al extranjero.
Pemex siempre estuvo bajo el ataque neoliberal, durante varios sexenios sujetándolo a una reducción de su mantenimiento e inhibiendo su actividad, cerrando plantas petroquímicas y reduciendo actividades en refinerías, chatarrizándolas y obsoletizándolas, impidiendo que éstas pudieran refinar crudos pesados, para permitir la importación de combustibles y así crear una necesidad artificial para favorecer a empresas extranjeras y para demostrar que este sector del estado, en un ambiente neoliberal privatizador, fuera ineficiente provocándole una quiebra moral.
La expropiación petrolera tiene también un enorme simbolismo, pues significa el triunfo de una larga lucha entre las compañías extranjeras contra los trabajadores petroleros y el Estado mexicano, empresas que se negaban a respetar las leyes nacionales, pero la Suprema Corte de Justicia falló en favor de los trabajadores y las empresas extranjeras se negaron a reconocer el laudo, esto llevó al presidente Cárdenas a decretar la expropiación de la industria petrolera.
Con la llegada de la Cuarta Transformación se ha pretendido modificar la reforma energética por su carácter entreguista, pero ahora irónicamente la Suprema Corte de Justicia de la Nación resuelve en favor de las compañías extranjeras y sus intereses contrarios al nacional.
Por ello, el presidente López Obrador en su discurso de este lunes 18 de marzo repitió las palabras del presidente Lázaro Cárdenas cuando dijo: “El que entrega los recursos naturales de México a extranjeros es traidor a la patria”, esto para que lo escucharan los vendepatrias que insisten en cerrar refinerías.