A María Milagros, la pequeña
matamorense de dos años,
víctima de todos.
La semana pasada cité los nombres de algunos(as) creadores locales en diversas expresiones del arte y que según yo tendrían que ser “exprimidos” para aprovechar su experiencia y conocimientos y beneficiar a la Laguna en el tema.
Hubo algunas reacciones, así como la sugerencia de una tercera entrega de parte de quienes comparten la idea de que se establezca un diálogo entre la comunidad artística y sus vocaciones, compartiendo esa mesa con aquellos y aquellas que dirigen instituciones y dependencias culturales en la región, y a su vez “jalar” al sector privado. Entre todos sería menos complicado elaborar una política y una agenda cultural por encima de intereses gubernamentales y políticos.
¿Por qué no recurrir a Oralia Esparza, Magda Briones, Benjamín Gómez, Lucrecia Martínez, Ruth Idalia Ysáis, Gaby Nava, Sara Collier, Lupita Muñoz, Ángel Reyna, las mismas Ana Sofía García y Claudia Máynez, Elías Agüero, Rosy Márquez, Rocío Micher Elías, Adriana Vargas, Rafael Santini, Raúl Fernández, María Isabel Saldaña, Jesús Sotomayor, Alfredo Loera y más gente vinculada de una u otra forma a la cultura en la Laguna?
El objetivo sería aprovechar su empeño, entendimiento y pasión, y hacer causa común para generar planes y proyectos necesariamente diferentes; que articulen y sean capaces de vertebrar una gestión de la cultura con otro perfil y prácticas acentuadas en la sensibilización y transformación individual y colectiva de la población lagunera. En este sentido, la comunicación, ese pospuesto diálogo entre las y los actores del asunto expuesto, es vital. ¿Se imaginan un foro entre todos?
En esta diversidad de pensamiento, ideas, gustos, aficiones e inclinaciones, encontraríamos una rica plataforma de propuestas que nos ayudarían a que la cultura, las artes, logren permear en la conciencia personal y social de la población comarcana, sin olvidarnos de la Laguna rural. Ya no más imposición ni manipulación cultural, ya no más ocurrencias, autoritarismo y absolutismo.
La Laguna entera merece otro destino, con un presente respetuoso a la dignidad de cada habitante. No más una élite decidiendo el hecho cultural, de egos, falso protagonismo, excluyente y exquisita. No más privilegios culturales para unos cuantos.
ferandra5@yahoo.com.mx