La semana pasada no hubo sorpresas. El tono negativo o hawkish regresó después de reunirse la Reserva Federal de Estados Unidos y dejar la tasa sin cambios en 5.50 por ciento. Jerome Powell volvió a insistir sobre un aumento más antes de que termine el año, para llevarla a 5.75 por ciento. Quedan dos reuniones más: en noviembre y diciembre. El punto es que, por lo regular, en diciembre el banco central no hace nada. Por lo tanto, de haber incremento, será en noviembre, sin embargo, creo que no habrá. Aún faltan dos datos de creación de empleo y dos de inflación previo a tomar esa decisión. De no haber sorpresas negativas, la inflación debe seguir a la baja y el empleo con moderación.
Hoy habrá más ruido y preocupación por dos nuevos temas en la Unión Americana: la huelga automotriz —que ya tiene más de una semana y no parece que vayamos a ver una solución en el corto plazo— y la falta de acuerdos entre republicanos y demócratas respecto al techo de deuda. Se trata de un evento político que trae costos económicos y financieros que los demócratas están dispuestos a asumir para cargarle la irresponsabilidad a los republicanos. No debe olvidarse que el próximo año habrá elecciones, y el costo político es más valioso frente a este evento.
Por otro lado, en el mundo siguen las preocupaciones sobre el rumbo de la economía china y el posible quebranto inmobiliario. Hay ruido en torno a una crisis, pero el gobierno no lo admite abiertamente y desestima la posibilidad de una recesión. Es cierto que tienen muchísimo dinero y que pueden “ocultar” y “manipular” la economía, pero también pueden no intervenir y promover una limpia del sector y permitir la quiebra de grandes empresas desarrolladoras.
También habrá que ver el rumbo que toman los precios del petróleo, que pueden afectar a la inflación global, básicamente por los recortes de la OPEP. Hoy, por ejemplo, el precio del crudo de referencia West Texas Intermediate ronda los 90 dólares.
En México conocimos la inflación de la primera quincena de septiembre y, aunque la cifra no fue muy buena, la cifra anual sigue a la baja, y la acumulada ahora se ubica en 4.44 por ciento. Esta semana, el jueves, le toca a Banco de México tomar una decisión y muy probablemente dejará las tasa en su nivel actual, en 11.25 por ciento. Con esta decisión, lo más importante será también el comunicado posterior, y más ahora con un contexto un poco más adverso donde el tipo de cambio cotiza arriba de 17.35 pesos por dólar, nivel que sigue muy bajo y, como lo he comentado, muy costoso para muchos sectores de la economía. Ojalá pudiera irse más hacia 18 pesos por dólar y con ello tener un mejor cierre de año en la paridad.
Aun con este panorama nublado, 2023 ha sido bueno. Siendo selectivo, hay que permanecer invertido.