La Copa de las Ligas es tan diferente y rara que promueve y permite lo insólito.
Ni modo es lo que hay y en este caso para beneficio de Santos.
En dos juegos el equipo lagunero no pudo anotar gol, perdió tres a cero, su diferencia fue de menos tres y con esos maravillosos números pudo pasar de ronda. Sólo ellos se entienden.
En este contexto tenemos que ubicar el momento que no deja de ser otro inicio de la pretemporada, y todavía tendrá un partido más que esperemos sea de utilidad emocional y deportiva.
Es un hecho, como se le pretenda ver, que el plantel es limitado, no entusiasma y no despierta nuevas emociones.
A partir de este breve contexto será necesario entenderle a la organización, solicitarle nuevas exigencias y esperar a que ofrezca algo distinto.
Para ubicarnos mejor, será contra León, Necaxa y luego Monterrey (equipos a los cuales conocemos de lejos) donde deberemos volver a hacer una evaluación del supuesto alcance del Santos de estos días.
De alguna manera, lleva el mismo comportamiento en ambos torneos.
Sus números son: seis partidos jugados, sin victoria, dos empates, cuatro derrotas, un gol a favor y nueve en contra. Usted dirá.
Los seis partidos de seriedad que ya tuvo son la base para concluir algo decente.
La no victoria con menos ocho en diferencia de goles son las variables serias a considerar.
“El que todos corran, el que hizo la pretemporada conmigo y las exigencias son para el próximo torneo más el sacaron de contexto las ideas” todo esto son conceptos torcidos que no ayudan a verle buena cara a este Santos.
De esta forma han robado la emoción.
