Inicio con la siguiente perogrullada democrática: la pluralidad de México, requiere de un sistema de partidos que refleje la diversidad ideológica de la ciudadanía, como el PAN a la derecha mexicana.
Viene a cuento esta premisa básica, porque buscando la cuadratura al círculo del momento populista que vive México, conducido por una Presidenta que mantiene un enorme respaldo popular a su gobierno, la dirigencia nacional blanquiazul ha convocado al relanzamiento del partido.
Pero, ¿Se puede hornear un nuevo PAN con levadura vieja? ¿Es posible el relanzamiento de un partido para ganar en 2027, con los mismos personajes que lo han llevado a la derrota?
Como sucede en Tamaulipas, en donde la dirigencia estatal panista, inició un proceso de renovación gatopardista, para quedar en las mismas manos que la controlan desde octubre de 2016.
Así, mientras Jorge Romero Herrera se desgañita anunciando la renovación de su partido, el nuevo PAN se horneará en Tamaulipas con la añeja levadura del grupo comandado por Francisco García Cabeza de Vaca.
Grupo que lo llevó a la derrota en la sucesión gubernamental de 2022 y que, por sus negativos, Xóchitl Gálvez Ruiz rechazó tenerlo cerca de su entorno, en la elección de 2024, en la que Cabeza de Vaca fue considerado prófugo de la justicia por la Sala Superior del TEPJF, perdiendo su registro por el PAN a la diputación federal plurinominal.
Incluso, el relanzamiento del PAN estará acompañado en Tamaulipas, por la judicialización de expedientes que documentan hechos de corrupción, del funcionariado de Cabeza de Vaca.
Finalmente, la convocatoria del nuevo PAN, se empata con la aprobación de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, para atraer y revisar el amparo que mantiene en libertad al líder de este grupo, siendo turnado a la ponencia de la ministra Lenia Batres Guadarrama.
Vaya paradoja: el branding para sacar al PAN de la barranca y perfilarlo como un partido ganador para el 2027, como pretende Jorge Romero Herrera, será con los mismos que en Tamaulipas ya no suman votos.
No hay duda de que, si este grupo impide la llegada de una dirigencia estatal incluyente, el panismo cuerudo afectará el “reloaded” que requiere el partido fundado por Manuel Gómez Morín, en septiembre de 1939.
