Fuente de eterna discusión. Incluso en la Premier, donde es respetado como una vocación ancestral, se está hablando del arbitraje con menos respeto que antes. El oficio del árbitro, siempre cuestionado, no vive sus mejores momentos a nivel mundial. Pensamos que la instalación del VAR en los terrenos de juego acabaría con esta fuente inagotable de polémicas y discusiones, pero, sobre todo, creímos que la aplicación de la tecnología haría más fácil el trabajo de los árbitros, más simples los análisis de los medios, más digeribles las emociones de los aficionados y más pedagógicas las sanciones cada partido. No ha sido así, el árbitro sigue cargando con las culpas, complejos y responsabilidades de todos nosotros: medios, aficionados, equipos y jugadores necesitamos nuestro propio VAR. El arbitraje, con los altibajos normales de cualquier profesión, sigue siendo el mismo de toda la vida, quizá los que debemos evolucionar somos los demás.
Fuentes de empleo. Al retirarse, siendo un veterano para continuar en el alto rendimiento, pero un joven que todavía tiene una larga vida por delante, el deportista profesional generalmente elige dos caminos muy afines que le impiden cortar el cordón umbilical: trabajar para una organización deportiva como entrenador o directivo y trabajar para un medio deportivo como comentarista o analista. Es decir: enfocar su experiencia para seguir desarrollando el deporte por dentro o aprovecharla para transmitir su mirada del deporte hacia afuera. Estos caminos vuelven a cruzarse cuando trabajando al interior de un equipo, se piensa que si no llegan los éxitos siempre habrá una fuente despistada para contratarse en el medio; de la misma forma hay quien utiliza los medios como fuente de vigencia aprovechando la exposición e influencia que ofrecen para volver a trabajar en un equipo. De uno y otro lado de la línea de banda, hacen falta vocaciones.