Sociedad

Un año más a cuestas

Estamos en el cierre del año. A escasos diez días. El año se fue llenando de certidumbres a medida que avanzaba, cada día transcurrido nos impulsa a seguir adelante, pero los días van llenando semanas y luego meses, dando certezas a nuestra vida cotidiana. Lo que pasó, pasó. El futuro se convirtió en presente y luego en pasado. Y cada página diaria fue construyendo un año más de vida para cada uno de nosotros. Todos cumplimos años.

En esta columna, que será la última que escriba en el 2025 (estaré ausente por un necesario descanso hasta pasado el día de Reyes del próximo), se puede intentar hacer un resumen de las efemérides del año, pero solo haré tres referencias y una pregunta (¡si una más!) como aportación dominical en este periódico Milenio.

El primer punto que marcó el año, en el mundo, fue la llegada de Donald Trump por segunda ocasión al cargo de presidente de la más grande potencia occidental actual, los Estados Unidos de América. Muchas acciones, muchas pretensiones y los periódicos, redes y noticieros se llenaron de los discursos y declaraciones de este hombre. Aranceles van, aranceles vienen. Intentos de negociaciones de paz por aquí y por allá. Usando los instrumentos jurídicos y de poder de que dispone ha convertido sus planes de gobierno en lucha antiterrorista, lucha antinarcóticos y lucha antiinmigrante. Y lucha comercial y económica. Países de todo el mundo, en mayor o menor medida, han tenido que aguantar el vendaval. México entre ellos. Buscando opciones y maneras de no enfrentar directamente a quien preside la potencia.

El segundo punto fue que en nuestra nación siguió impactando la dolorosa realidad que vivimos de una violencia inaudita que no acaba, y que los gobiernos emanados de Morena no han tenido el empuje y la decisión para frenar. El rancho Izaguirre en Teuchitlán, Jalisco. La realidad de Sinaloa, Michoacán, Guanajuato, y muchos otros estados. Los asesinatos de líderes sociales y políticos (el de Carlos Manzo el más doloroso) a manos del crimen. “La Barredora”, el huachicol fiscal, la corrupción e ineficacia exhibida por muchos lados [pero oculta en un manto de tolerancia e impunidad]; todo agregando nubarrones grises a nuestra desolada realidad.

El tercer aspecto es que en nuestra entidad seguimos con la cuenta de las desapariciones y los asesinatos un día y el otro también. Ya no se digan los asaltos, robos, extorsiones y “hackeos”. Un gobierno estatal (Movimiento Ciudadano) rebasado, sin brújula; y muchos gobiernos municipales de todas las siglas, colores y sabores sin saber que hacer frente al avance imparable de la delincuencia organizada, y la desorganizada. La impunidad rampante como muestra de que en los hechos sigue la ley del más fuerte; y nuestra sociedad en una decadencia persistente, en la que difícilmente alguien se anima a reclamar, exigir derechos y una mejor calidad de vida. Callar y aguantarse es la receta de la resiliencia para medio vivir. Así no llegaremos muy lejos.

Y LA PREGUNTA, que no quiero dejar pasar el año sin hacerla, previa la siguiente acotación:

Hace unas pocas semanas se difundió la noticia en medios a nivel nacional de que la Secretaría de la Defensa Nacional, en un afán de acercar a los jóvenes a las labores y mística del ejército, habría invertido los parámetros del servicio militar obligatorio. Antes hacían el servicio solo unos pocos agraciados con la famosa “bola blanca” y los de bola negra esperaban a fin de año para recibir su cartilla liberada.

Ahora casi todos los jóvenes hombres harán el servicio militar y pocos tendrán la oportunidad de obtener bola negra (quedan a disponibilidad). Así en una reducción de las 44 semanas de entrenamiento que se daban, se limitan a trece de forma intensiva en dos periodos diferenciados del año. Y con ello la mayoría de varones jóvenes tendrán que cumplir forzosamente con esta obligación constitucional que no hace diferencia entre hombres y mujeres. Y ahí viene el quid del asunto, y la pregunta:

¿Por qué si la igualdad entre hombres y mujeres es una prioridad de nuestra presidenta Claudia Sheinbaum, y siendo tan participativas las jóvenes en los asuntos políticos y cívicos del país, -teniendo las mismas capacidades y posibilidades de desarrollo que los varones-, son excluidas de esta obligación constitucional por la SEDENA, quedando solo con la posibilidad de “optar” (si quieren) por realizar el servicio militar obligatorio? ¿La igualdad aquí no existe? ¿Se discrimina a las mujeres o se discrimina a los hombres? Queda claro que no necesitan cartilla del servicio militar liberada. Saque usted sus propias conclusiones.

Deseo a todos y todas mis lectores y lectoras una Feliz Navidad y un exitoso y próspero Año Nuevo 2026. Que la salud, el trabajo y los descansos bien ganados, llenen los próximos 365 días del año venidero; y que los diez días que restan del presente calendario sean (si les es posible) de un merecido descanso en compañía de quienes aman.

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José Luis Castellanos González
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MILENIO DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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