-Para mis amistades de otros estados de la república que me leen: debo iniciar diciéndoles que Pablo Lemus Navarro es el candidato a gobernador del grupo en el poder que viniendo de distintos orígenes políticos partidistas se arroparon en la franquicia de Movimiento Ciudadano, liderados por Enrique Alfaro (actual gobernador de Jalisco)-
El proceso electoral local en Jalisco y en todo el país (dada la homologación de fechas de la votación) llega a sus últimos veinticuatro días de campaña, previos a la jornada del 02 de junio. La carrera por la gubernatura del estado ha generado las tensiones y desacuerdos entre los partidos y sus candidatos que son normales y comunes en estas competencias. Pero lo que me interesa aquí es opinar sobre algunos negativos que el candidato del partido oficial en el estado debe sortear para poder lograr el encargo.
En algunas colaboraciones anteriores señalé que las encuestas son una guerra que los candidatos y sus partidos convirtieron en jungla y muchas empresas demoscópicas se alquilaron al mejor postor. Pero las encuestadoras más serias registran la foto de una competencia cerrada donde la candidata de Morena y cuatro partidos más (dos nacionales PT y PVEM, y dos locales Futuro y Hagamos) Claudia Delgadillo González ha superado al oficialista Pablo Lemus Navarro, candidato de Movimiento Ciudadano, que inició con ventaja. Igualmente dije que “caballo que alcanza gana” y me parece que estamos a pocos días de que se registren los últimos ejercicios serios de como terminarían las preferencias del elector que ya decidió su voto. Los indecisos son otra cosa. Primero hay que convencerlos de ir a la urna.
Frente a este escenario de contienda y prospectiva electoral cerrada, me parece interesante observar la carga de negativos que Pablo Lemus viene arrastrando y que serán decisivos para generarle o no el voto de los electores. Estos negativos son cargas pesadas -“cargamento” lo señalo desde el título- que difícilmente se podrá quitar o borrar el candidato. Aunque él ha intentado destacar los negativos de Claudia Delgadillo (con escaso éxito, ya que algunas personas lo han visto más como acosador o “bully” desesperado, que como un político fino y de altura). Eso lo perseguirá hasta el día de la elección. Van aquí algunos costales de dicho cargamento:
-La ciudadanía se ha formado una opinión muy clara de la gestión de Enrique Alfaro (una mirada a sus redes sociales -no dominadas por el control gubernamental que puede existir sobre los demás medios- claramente indica el grado de descontento popular que existe). A pesar de que Lemus intentó separarse de la carga negativa de Alfaro, esta lo arrastra. Máxime que fue alcalde de Zapopan y de Guadalajara impulsado a dichos cargos por el líder indiscutible de MC en el estado.
-El distanciamiento con MC a nivel nacional y en especial con su candidato a la presidencia de la república, Jorge Álvarez Máynez. Está claro que ambos candidatos caminan por carriles separados, y la desesperación de Lemus lo llevó a dejar correr campañas de voto cruzado pidiendo que los votantes de MC en Jalisco voten por él, y a nivel federal lo hagan por Xóchitl Gálvez, candidata del PRI, PAN y PRD. Es evidente que Dante Delgado y el mismo Álvarez Máynez no se chupan el dedo, pero necesitan los votos de Jalisco para sostener la elección federal.
Esto le complica sobremanera la estrategia de campaña al no tener un candidato presidencial fuerte, y poder unir las dos candidaturas atrayendo al votante en conjunto.
-Los niveles de inseguridad y violencia que persistieron en las gestiones de Lemus como presidente municipal de Zapopan y de Guadalajara, que, siendo una corresponsabilidad entre los tres niveles de gobierno, la gente ve más cercana en el nivel de gestión municipal. Incluso con graves cuestionamientos a algunos colaboradores del área correspondiente en la capital estatal.
-El escándalo al esfumarse 300 trescientos millones de pesos de las arcas municipales (aún no recuperados) cuando era presidente municipal de Zapopan al quebrar el invisible banco Accendo, lo que se ocultó por mucho tiempo, hasta que la oposición los exhibió y dio a conocer la noticia.
-El punto más rasposo para él es, y seguirá siendo, la verificación vehicular obligatoria vista como pingüe negocio por los ciudadanos, al grado de que sus propuestas de campaña para cambiarla sustancialmente, si es electo, lo han confrontado públicamente con el gobernador.
- Obviamente su casa. Si la estrategia de ataque de Lemus a la candidata morenista ha sido pegarle por la casa que posee en un fraccionamiento de lujo, el tampoco canta mal las rancheras, pues vive en una con una extensión mucho mayor, en un fraccionamiento de lujo más antiguo, pero de igual o mejor categoría que su contrincante. Hay niveles.
Al final el electorado irá a sufragar y tendrá la decisión; pero estos son algunos asegunes que tendrá que sobrellevar el candidato emecista hasta el día de la elección.
