
En un mundo cada vez más digitalizado, donde las transacciones electrónicas son el pan de cada día, la seguridad financiera se ha convertido en una prioridad absoluta. México no es la excepción. Con el auge de fraudes cibernéticos y estafas que roban millones de pesos al año, las autoridades financieras han decidido actuar.
A partir del 1 de octubre de 2025, entrará en vigor el Monto Transaccional de Usuario (MTU): una medida obligatoria impulsada por la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV). Ello, de acuerdo con los artículos 287 bis y 287 bis 1 de las Disposiciones de Carácter General Aplicables a la Instituciones de Crédito, emitidas y publicadas el 14 de junio de 2024 por la CNBV con fundamento en la Ley de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores.
Esta regulación busca blindar las operaciones digitales de los usuarios, reduciendo riesgos y empoderando a los clientes para que controlen sus finanzas. Pero ¿qué implica realmente este cambio? ¿Cómo afectará el día a día de los usuarios bancarios?
El MTU es un límite personalizable que cada usuario establece sobre el monto máximo de dinero que puede transferir o pagar electrónicamente. Es una especie de “candado inteligente” en las aplicaciones o apps bancarias: define cuánto dinero se puede mover por día, semana o mes, y cualquier operación que lo exceda requerirá una verificación adicional, como un código biométrico o una llamada al banco. Esta herramienta aplica a transferencias SPEI, pagos vía CoDi, depósitos en tarjetas, servicios públicos e impuestos, todo desde banca móvil, en línea o telefónica.
De acuerdo con las autoridades bancarias, la implementación responde a una necesidad urgente. Según datos de la CNBV, en 2024 se reportaron más de 150 mil casos de fraude digital en México, con pérdidas superiores a los 5 mil millones de pesos. En ese sentido, el MTU actúa como una barrera proactiva: detecta movimientos inusuales y los bloquea temporalmente, dando tiempo al usuario para confirmar.
Por otro lado, las propias autoridades y las instituciones financieras han subrayado que no se tratade un capricho regulatorio con fines fiscales o de control gubernamental; aseguran que es una respuesta a la evolución de amenazas como el phishing y el malware que vacían cuentas en segundos. Al obligar a los bancos a habilitar esta función, se fomenta una cultura de responsabilidad compartida entre instituciones y clientes.
El 30 de septiembre de este año es lafecha límite para definir el MTU personalizado. Si los usuarios no lo hacen, su banco les asignará automáticamente un límite de mil 500 Unidades de Inversión (UDIS), equivalentes a unos 12 mil 800 pesos mexicanos al valor actual según cotización del Banco de México. Este monto por operación es conservador y podría frenar transacciones cotidianas, como pagos de nómina o compras mayores.
A partir de 1 de enero de 2026 el MTU se vuelve estrictamente obligatorio. Todas las cuentas activas deberán tener un límite configurado. Operaciones que lo superen se pausarán hasta una autenticación extra, evitando fraudes pero potencialmente demorando procesos urgentes.