Cultura

Un personaje en Milano

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Luis García Montero es el Poeta con mayúscula que dirige al Instituto Cervantes como mecanismo de relojería y es hora de agradecer las muchas invitaciones que he recibido para intentar torear en prosa allí en muchas de sus diversas sedes. Debo entonces a Teresa Iniesta el milagro de deambular durante casi 40 horas las viejas calles empedradas de Milano, Italia, y resucitar el fantasma de un personaje de novela que no merece jamás caer en la amnesia.

Se trata de Pedro Torres Hinojosa que hoy caminó por la vía Dante rumbo al Duomo y casi llora bajo el capelo de la Galeria de Vittorio Emmanuele en una librería Rizzoli que mantiene intacto el encanto de los libros bien diseñados, de tipografía perfecta y tramas enredadas. Ayer por la noche, la lluvia congelaba la silueta de un tal Leonardo a la vera de la Chiesa de Santa Maria della Grazie y la madrugada se ahumaba con los olores de la buena cocina, de la soledad del silencio y de las ansias de lo inesperado. El milagro empezó en la vieja Universitá Católica de Milano donde un llenazo de estudiantes y profesores entusiastas confirmaron la sana adrenalina de la literatura que nos une, de la Ñ que se usa en México y de tantos personajes y desenlaces que nos hermanan. Allí brilló la cátedra de un paisano llamado Dante que lleva años contagiando literatura latinoamericana en las aulas de esta santa casa por donde también brilla la sonrisa de una catedrática llamada Michela Craveri, sobrina de un Marcello que cambió para siempre la biografía histórica de Jesús de Nazareth.

Uno camina por las calles de Milano mirando los rostros vivos de tantas caras que se han pintado al óleo o se han plasmado en pantallas de Fellini y —de pronto, entre el cielo gris que se abre para que salga el Sol— aparece la catedral de blanca repostería, de ribetes alucinantes y destellos de infinito cuyo interior —como Bellas Artes en la CdMx— hipnotiza con el macramé en piedra de mármoles en rojo y negro, como novela de Stendhal, como el personaje de la Triste Figura que campea como clon de Pedro Torres Hinojosa por estas calles que parecen de tinta desde hace siglos, cuando el arte de la guerra se dibujaba en los cuadernos en sepia del genio que también era bello y se dibujó a sí mismo como Gioconda o Vitruvio o el hombre que me sonríe en la puerta de una panadería gloriosa porque me ha confundido con un sobrino y todo se arremolina en el delirio inesperado de un viaje relámpago para descubrir una ciudad y toda su historia con el pretexto de que un puñado de arcángeles han leído una novela, cuyo personaje no merece perderse en el olvido aunque sus ediciones y reimpresiones ya no se consigan en México, por un desdén imperdonable e inadmisible que podría revertirse si supieran lo bien que camina ese libro en tierras de otras lenguas y demás culturas y la infinita satisfacción que le conceden al autor y al propio personaje mirarse en el espejo de sus lectores, tan cerca de una fortificación medieval que se volvió renacentista y a la sombra de las estatuas que hablan en hielo y en el bullicio de todas las voces de una escena que parece de Verdi con gritos entrañables y murmullos en Fa menor, con la vuelta de la noche temprana y la lluvia que parece convertirse en nieve para que a nadie se le olvide que todo esto no es más que literatura y que sólo la literatura nos libra de la necedad de la estulticia, el sinsentido de los poderosos y los muchos desequilibrios e injusticias que parece dejar atrás uno, ése o aquél personaje que se ha salido de la página para partir plaza en Milano con la gabardina en blanco y negro, los zapatos con hoyitos en el empeine y un sombrero anacrónico que lo vuelve inmortal.

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Jorge F. Hernández
  • Jorge F. Hernández
  • Escritor, académico e historiador, ganó el Premio Nacional de Cuento Efrén Hernández por Noche de ronda, y quedó finalista del Premio Alfaguara de Novela con La emperatriz de Lavapiés. Es autor también de Réquiem para un ángel, Un montón de piedras, Un bosque flotante y Cochabamba. Publica los jueves cada 15 días su columna Agua de azar.
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MILENIO DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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