Para explicar los cabezazos traperos que se botaron los estrategas de Xóchitl Gálvez y de Alitititito Moreno, la propia señora del mal huipil dijo que era un “exceso de testosterona” dejando de lado el bajón que traen todos en su campaña después de tanta debacle. No solo los de Molotov desniegan a la señora Gálvez, que aseguraba que le habían regalado una rola, sino que también los de Starbucks le dieron esquinazo al dejar en claro que los vasos que aparecieron en redes como propaganda a favor de Lady X eran falsos, y que no apoyan a la gentil damita.
O sea, es comprensible que las bases del PRIANChu se andan poniendo más heavy metal que la Rabadán cuando defiende a su campeona y le cree a las encuestas donde ya ganó las elecciones de 2024, como decía el hashtag de los xochitrolls.
Y más bajoneados se pusieron todos en el sector opositors con la encuesta del medio que consideran suyo y donde documentan los derechairos en éxtasis sus odios y rencores contra López, ese que empieza con R y termina con A. Y es que anuncia en su primera plana que AMLO tiene un 73% de aprobación y que Claudia Sheinbaum le lleva 20 puntos a su más cercana perseguidora que da saltitos cual Teletubi, se le caen las maletas y no le cuajan las gelatinas.
Y en Ciudad de México Clara Brugada le pone una recia a Santi tajada del cártel inmobiliario del PAN, según Mitofsky.
Por supuesto, esto puso a la fifisauriza a llamar a no hacerle caso a ese trabajo demoscópico, como hizo con lágrimas en los ojos y gritando Javier Lozano, el #SacoDePus, balbuceando como Beatriz Pagés (que ya no se sabe si imita a Aristegui o Aristegui la imita a ella), o poniéndose fino y elegante como Charly Alazraki alegando que el que consideraba su medio natural “dio las pompas”. Bueno, Ciro Gómez Leyva quería romper el periódico y De la Madrid estaba a punto de cancelar su suscripción.
Un verdadero derroche de dispepsia y colon irritable se desató porque esto no solo representa que la estrategia del miedo, de las fake news (ya no se sabe quién miente más: Loret, Suckerman, Rivapagliacci o el expresichente Jelipillo) y de la guerra sucia a lo Huero Castañeda y Krauze sirvió para maldita la cosa, sino que en la oposición no van poder alegar lo de la elección de Estado ni que está en peligro la democracia –aunque haga berrinche mi Tatankita Córdova- ni ninguno de sus melodramas reguetoneros porque están hasta abajo hasta abajotota de la línea de flotación.
¡Paren esta masacre!