¿Qué esperaban Lilly Téllez y los del Ku Klux PAN, que el general secretario Crecencio Sandoval, en la celebración de la Revolución mexicana aplicara un muy pinochetista golpe de estado para declararle fidelidad al expresichente Jelipillo? Están como quienes en su infinita sabiduría dicen que “¡los militares se están militarizando!” y que México es el más militarizado de la OTAN. A lo mejor OTAN no, pero en lo de ONAN a lo mejor.
Desde que me acuerdo, cada que todos los secretarios de Estado le reiteraban públicamente su apoyo al presidente en turno de manera natural, sin ningún misterio. Ahora resulta que nuestra comentocracia reclutada por el sector opositors, alega que nunca habían visto tal cosa, que se está politizando el Ejército.
Acordémonos de cuando en plena efervescencia, el general Salvador Cienfuegos mal habló de AMLO y ninguno de estos comentócratas ni prianchuchistas que los acompañan dijeron que “estaba haciendo política”. Sin olvidar el aplauso rabioso de esta misma fauna fundamentalmente derechosa al secretario Galván Galván cuando declaró legítimo al ilegítimo y fraudulento Calderón en un discurso políticamente muy torcido con amenaza incluida.
Un perro Oxxo el de la oposición encabezada por la señora Téllez que ya quiere ir a los cuarteles (menos al de Iguala, claro) a ver si no está escondido ahí el Ché Guevara. Ya quería la doña que Mambrú se enlistara en Va Por México y luego se fuera a la guerra, sin dolor ni pena, contra la Cuarta transformeichon.
O sea, ni que se hubiera declarado de izquierda como Claudio XXX González al ritmo de “Eh, si tu comunista soy, y en la Coparmex estoy / si tu comunista soy y en el PRIANChu estoy / soy tu comunista vamos a bailar el Vox”
Amiguis de la fifisauriza, deberían de cambiar de asesores, esa onda del contrerismo, el melodrama ranchero y el histeriquismo como método, no está funcionando; con razón ya quieren echar a patadas a Markititititito Cortés que se ha gastado millones en las asesorías de Ramón Muñoz Gutiérrez (el maese Álvaro Delgado lo describe como un yunquista-voxista-foxista) pues lo suyo ha sido ir de cruzazuleada en cruzazuleada.
Esto me recuerda a los muy ultraneoliberales intelectuales del CIDE que en su momento se dieron golpes de pecho cuando se dijo que había derechosos y neoliberales en la UNAM, como si el CIDE fuera una sucursal de la muy marxista Universidad Patricio Lumumba de Moscú, llamada el “Harvard rojo”.
Jairo Calixto Albarrán
