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Mover un maldito dedo
Como parió siete hijos, una de las frases recurrentes de mi madre era “no mueven un maldito dedo”. La soltaba, claro, cuando veía que su horda de huevones no colaboraba en las tareas del hogar. -
Toda la carne
En lo que va del torneo he visto al menos diez partidos, todos de muy alta calidad. Ayer lunes 23 de junio, por ejemplo, me eché el Miami-Palmeiras que quedó empatado a dos tantos. -
Un ejemplo de guerra
La monstruosidad del genocidio perpetrado contra Palestina y los ataques entre Israel e Irán dan siniestra cuenta del polvorín que ahora es nuestro mundo. -
Qué “ismo” seremos
Muchas veces me he preguntado qué “ismo” seremos, con qué rótulo nos ceñirá la academia del porvenir, si es que todavía podemos soñar con un porvenir para la humanidad dados los desastres que hoy atestiguamos. -
Vientos de represión
Ver el espectáculo de la represión en EUA me recuerda que el pensamiento de derecha ha ganado terreno a grandes zancadas en el alma de la humanidad. -
Alba de la vocación
En la profundidad del recuerdo encuentro la vocación que hasta la fecha, y hoy más que nunca, me sujeta. -
Ráscate con tus uñas
El problema con la resiliencia trasladada al espacio de lo social, es que confina al ser humano en su individualidad y muta las deficiencias de la estructura social y política en un problema que se debe encarar en solitario -
Un thriller atendible
Se trata, según la sinopsis, de un thriller en el que vemos el encontronazo de una mente manipuladora contra otra especializada en homicidios. -
La búsqueda de lo esencial
He aquí un prólogo que escribí para el último libro de un amigo poeta. Fue publicado póstumamente como Haiku bonsai (Macedonia, 2024). Comparto sus palabras preliminares.