"Ni por error quiero conocer Ajalpan", "son unos cavernícolas", "actúan como bestias", "cuánta ingobernabilidad", "pueblo sin ley", "#MeDuelesPuebla", "odio e ignorancia en los sucesos de Ajalpan", "descomposición social". Como estos hay cientos de menciones en redes sociales, que estigmatizan a Ajalpan.
Una semana se cumplió del linchamiento de los hermanos Abraham y David Copado Molina y los comentarios continúan, para condenar el asesinato de dos encuestadores que fueron confundidos con secuestradores.
Quienes participaron en los hechos violentos son un mínimo porcentaje de la población total de Ajalpan, suficientes para manchar la imagen de todos.
¿Cuántos años pasarán para que se olvide lo sucedido en Ajalpan? En San Miguel Canoa transcurrieron 47 años de un hecho similar y la masacre no se olvida.
El 14 de septiembre de 1968, incitados por su cura Enrique Meza, los pobladores lincharon a cuatro personas, tres de ellos estudiantes de la Universidad Autónoma de Puebla, que fueron confundidos con comunistas.
En la junta auxiliar ubicada al norte del municipio de Puebla, llegaron cinco trabajadores de la UAP, que iban de excursión a la Malinche. La noche y la lluvia los llevó a pedir alojamiento, quedándose en la vivienda de un habitante del pueblo, a donde pobladores llegaron con antorchas, machetes y piedras para lincharlos.
El 19 de octubre de 2015, dos encuestadores del Distrito Federal llegaron a hacer cuestionarios sobre consumo de tortillas en el municipio de Ajalpan, donde aplicarían el muestreo en un lapso de cuatro días.
A Abraham y Rey David les gustaba su trabajo. Fue en el primer día cuando alguien tuvo la ocurrencia de decir que eran secuestradores y una turba los torturó y quemó en la plaza pública del municipio.
Hay cinco detenidos, hasta ahora no hay certeza de que sean los que aparecieron en videos o en fotografías difundidas en Internet, o si fueron entregados por organizaciones políticas que controlan la región, para no encarcelar a sus afiliados.
Aún cuando la señal que mandan las autoridades es que se está haciendo justicia en el caso, hay quienes opinan que falta mucho para que lo sea, porque había al menos mil personas aplaudiendo, grabando con sus celulares, otras golpeando y unas prendiendo fuego a los encuestadores.
tirzoivan@gmail.com