Hoy que se celebra el Día Internacional de la Mujer, deseo hacer un llamado a cada uno de nosotros, con el fin de concientizar los dones, talentos y las fortalezas, con que contamos en nuestras vidas. Y al reconocer que somos buenos, nos percataremos de la gran satisfacción que sentimos, al ver que cada quién tiene algo, que dar a la humanidad.
Lo bueno llama a lo bueno y los similares se buscan y se encuentran.
Y sólo entonces, buscando lo mejor de nosotros, buscaremos lo mejor en los demás.
Dejaremos de juzgar, para comprender, que cada quién forma parte de un engranaje mayor, que todos somos importantes y que cada uno de nosotros, tiene un don, un talento, una virtud, para dar…
De eso se trata la vida, de dejar una acción, que ponga en movimiento al mundo, hacia un lugar mejor.
Y al comprender que tenemos un corazón que vibra y que late al son de nuestras acciones, crearemos conciencia en la importancia de realizar actos buenos, que nos lleven a sentirnos bien, uniéndonos para compartir.
En la lengua rarámuri kórima significa compartir y es aquí donde quiero mostrar un ejemplo, de cómo un grupo de mujeres nos hemos unido.
Kitzia Nin Poniatowska es fundadora de: Chihuahua sin hambre, quién comentó:
“Somos un grupo civil sin fines de lucro, formado por mujeres en iniciativa, preocupadas por la marginación y vulnerabilidad de las mujeres y niños rarámuris, con la intención de urgencia a la falta de alimentos y desnutrición.
Todo el país está mal, pero el olvido y el atraso en las comunidades rarámuris es tal, que da vergüenza, no hay alimento, no hay medicamentos, no hay trabajo. Los hombres migran para Sinaloa dejando a mujeres y niños solos.
Estamos apoyando en seis comunidades llevando despensas básicas y ahora con zapatos, siendo reactivos, por qué se trata de atender una urgencia y esperamos poder implementar programas y planes de auto sustento.
No pudimos ir este fin de semana por las nevadas y la falta de acceso.
En el grupo son varias personas quiénes con su apoyo logramos los trabajos, Patricia Larrieu Creel en Chihuahua compra todo, mes con mes.
Muertes por enfermedades curables, fallecimientos por desnutrición crónica, hambruna, sequías, heladas, dispersión, aislamiento, miseria y marginación igual o peor que la de los países más atrasados de África. Eso es lo que padecen los rarámuris. Y así, así sobreviven cada día los indígenas de la sierra Tarahumara de Chihuahua…
Desde la cancelación de los programas de ayuda federales: prospera, seguro popular, etc. los rarámuris están en condiciones más vulnerables, al mes de ingresar en el programa de peso y talla los niños que atendemos reflejan una mejora inmediata.
Con tan poco se logra tanto…”
Quise que fueran sus palabras, por la sensibilidad y el dolor, como lo manifestó, el grupo civil Chihuahua sin hambre tiene una página en Facebook y puedo decir del gran esfuerzo que se realiza para apoyar a los rarámuris.
Para concluir, Kitzia comentó: “¡La unión es entre seres humanos Irma!”.